Logo Autobild.es

Ferrari 599 GTO: saca los colores a todos

GTO. Tres letras que suenan como un trueno. Con el GTO derivado del 599 GTB y el 599XX, Ferrari ha puesto sobre ruedas a un superdeportivo que va como un diablo.

GTO es una abreviatura legendaria. Pero tras el 250 (36 unidades, 1962-1964) y el 288 GTO (277 unidades, 1984) desapareció durante un cuarto de siglo. Ahora vuelve a haber uno: el 599 GTO, limitado a 599 unidades. Se vendió en un santiamén y se trata de un vehículo de carreras totalmente adaptado a la calle que se ha derivado del deportivo 599XX (30 unidades, 1,2 millones de euros).

En el camino del 599 GTB, pasando por el 599XX y hasta el 599 GTO hay una cosa que se ha perdido: peso, y es que ha adelgazado casi 100 kg. La lista de cosas que se han cambiado es larga: 48 kilos en piezas mecánicas como el árbol de transmisión, el escape, las estabilizadoras o las ruedas. En el interior se ha reemplazado cuero por plástico, se han montado asientos más ligeros y se han aligerado los reposapiés, el volante y los revestimientos de las puertas, lo cual suma otros 33 kilogramos. Además, ha perdido 31 de elementos exteriores: parabrisas, paragolpes, revestimiento de los bajos y maletero.

El motor, que en sus primeros tiempos ya le daba alas al Enzo y está un poco descafeinado en el 599 GTB (algo más picante en el 599XX), juega aquí con 670 CV y entona la adorada canción de los 12 de un modo que también amaría el propio Commendatore. Partiendo del 599XX de 700 CV, se han montado dos catalizadores y un silenciador, para alcanzar la normativa Euro 5. Además, se ha empleado de todo para mejorar las fricciones del interior del motor, como por ejemplo los pistones recubiertos de carbono. Y como tiene que ser tratándose de un superdeportivo italiano, los 670 CV no tiran hasta no alcanzar los 8.250 rpm; el par de 620 Nm se produce a 6.500 rpm.

Para conseguir semejante espíritu deportivo, Ferrari ha echado mano de su caja de los trucos. El objetivo era mejorar la aceleración transversal, reducir el subviraje y minimizar los tiempos de reacción de la dirección. Para ello le ayuda el sus suspensiones modificadas con gomas Michelin Pilot Super Sport espécificas y la segunda generación del chasis activo. En cuanto a los frenos, no solo ahorran peso, sino que junto con los discos de carbono también traen pastillas cerámicas. Los llamados Donuts (tapas delante de los frenos) reducen los remolinos aerodinámicos.

Llega la hora de dar unas vueltas a Fiorano. Llueve: las condiciones no son las mejores para un trasera de 670 CV.

Envuelto de Alcántara y carbono, me siento genial. Mientras, la vista se  me queda pegada al 10 del cuentarrevoluciones. Meto  primera con las levas de fibra de carbono y salgo de bóxes. En el primer tramo a todo gas, el GTO ya ladra salvaje, suena a brutal (dentro se oye 8 dB más alto que el GTB). El sonido en sí es agresivo y está bien modulado, se mete inmediatamente en los oídos y se graba dentro de la cabeza como la canción del verano.

Al maniobrar, el GTO deja patente que no subvira. El 599 sigue con mucha precisión cualquier a la dirección  y se agarra con sus ruedas delanteras al asfalto. Lo malo de ese comportamiento es que la transición de la falta de subviraje al subviraje es rapidísima. Si se toca un poco antes de tiempo el acelerador, la vuelta rápida acaba en un drift espectacular.

A continuación, el GTO puede demostrar que también funciona en el día a día colcándolo en la posición adecuada. Sus pausas entre cambios de marcha no son demasiado largas, el chasis no es muy rígido... Perfecto para ir a por el pan al estilo Alonso.

CONCLUSIÓN

El 599 GTO es tan radical como un coche de carreras, pero es apto también para salir con él a la calle si estás dispuesto a ‘conocer’ todos los baches de tu ciudad. Pero es una obra genial de Ferrari. El hecho de que este bólido requiere de unas manos expertas se sobreentiende, aunque donde menos se verá al GTO será en un circuito. Seguro.

Fotos: S. Krieger
 

Valoración

0

GTO. Tres letras que suenan como un trueno. Con el GTO derivado del 599 GTB y el 599XX, Ferrari ha puesto sobre ruedas a un superdeportivo que va como un diablo.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.