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Prueba del Opel Karl: más de lo que parece por 10.000 euros

Por 10.000 euros 'pelaos' tienes disponible el Opel Karl, el modelo más barato de la marca del rayo. Esta es la prueba de su motor (único) 1.0 de 75 CV, que empuja lo justo y suena menos de lo habitual en la categoría. Y es que, en general, el Opel Karl es más coche de lo que parece.

Opel le he ha cogido el gusto a eso de bautizar a sus nuevos modelos con nombres históricos de la marca. Primero fue el Opel Adam y ahora llega el Opel Karl de esta prueba. Con 3,6 metros de largo, se convierte en el modelo de acceso a la gama de la marca de la rayo y amplía a tres (junto al nuevo Opel Corsa 2015) su oferta para la ciudad. La pregunta es: ¿Qué convierte a este coche basado en el Chevrolet Spark y fabricado en Corea en un auténtico Opel? “Está desarrollado por ingenieros y diseñadores de la marca”, afirma Neumann, el presidente de la marca. El interior, desde luego, tiene aire de familia. En Opel están especialmente orgullosos de su pantalla táctil, que gracias a su potente procesador debe funcionar siempre con mucha fluidez y estabilidad.

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Inicio la prueba del Opel Karl sentado frente a un volante de un tacto y aro más ancho de lo habitual. No se regula en profundidad, aunque el cuadro destaca por la buena disposición de toda la información. Menos me han gustado los plásticos duros empleados, sobre todo el que bordea el sistema de climatización. Es decir, el puesto de conducción no tiene florituras, pero sí una instrumentación bien visible y plásticos sencillos con buenos ajustes. Delante hay espacio de sobra, detrás dos adultos viajarán cómodos siempre que lo trayectos no sean muy largos. No puede decirse lo mismo del equipaje: el maletero cubica 206 litros.

Prueba en profundidad del Opel Karl (por Vicente Cano)

Opel ha renovado el Corsa recientemente. Quizá, de ahí venga el exagerado parecido que guarda con él su hermano pequeño, el Karl, puedes comprobarlo en la galería de abajo. Pero no es por eso que sus ventas en España todavía no hayan acabado de arrancar (240 unidades hasta octubre), sino por un problema de suministro de unidades desde su fábrica coreana, me cuentan desde Opel, que la marca espera tener solventado a comienzo de 2016.
En general, Opel ha hecho bastante bien sus deberes con el Karl, salvo por la oportunidad perdida de plantear un diseño más atrevido para un coche que, a mi juicio, lo necesita para distinguirse de sus rivales. El Karl es un microutilitario con un motor 1.0 de tres cilindros, sí, pero para mi gusto lleva el mejor tricilíndrico del mercado con el permiso de BMW y, además, tiene un habitáculo más que aceptable con una gran visibilidad en todas las plazas. El interior sorprende por su comodidad, sobre todo, delante donde pueden viajar dos adultos a sus anchas, aunque los asientos traseros son para trayectos cortos y no se abaten hasta hacer el fondo plano. 

La unidad del Opel Karl que he probado equipa la versión de este bloque que rinde 75 CV, por ahora la única disponible en una gama exigua: un solo motor, un único acabado. En todo caso, tampoco es que haya echado de menos más potencia en un coche que pesa menos de 1.000 kg. En quinta alcanza los 100 km/h girando a 3.000 rpm y llega a los 120 km/h a 3.500 vueltas. Todo con gran suavidad porque, si quieres que algo parecido a un sonido ronco se cuele en el habitáculo, tienes que llevar la aguja por encima de las 4.000 rpm. Aunque no se echa mucho de menos la sexta, sí vendría bien para ahorrar a la hora de salir a autopista.

Reconozco que no es un V8, pero tras un periodo de adaptación, este sonido puede llegar a gustar. Y es que, en general, tras probar el Opel Karl puedo decir que va muy bien: tiene una dirección bastante precisa, que dispone de un modo City que te permite maniobrar sin esfuerzo a la hora de estacionar. Además, la suspensión trasera por eje de torsión va montada por delante de las ruedas, lo que permite que el coche tienda a pegarse un poco más al suelo que algunos de sus pequeños rivales. Lo anterior, además, permite que te lances a carretera con el Karl de Opel con un nivel de confort claramente por encima de la media del segmento.

Sorprende lo bien que es capaz de mover los 950 kg del Karl el pequeño tres cilindros. Es verdad que el modelo de acceso a gama de Opel podría pesar un poco menos, pero la marca lo suple con unos frenos muy eficaces y llantas de 16 pulgadas que mejoran la dinámica. Además, este coche llega petado de tecnología: faros con luz de curva, avisador de cambio involuntario de carril, asistente de arranque en rampas, seis altavoces en el habitáculo etc. El puesto de mando tiene la óptima ergonomía de todos los modelos de Opel, y un volante con mandos un poco pequeños para manejar el teléfono, el control de crucero… aunque no esperes encontrar otra cosa que plástico en el salpicadero, algo áspero, pero agradable al tacto con pinta de resistente, eso sí.

Los asientos de atrás se abaten 60:40, pero no hasta hacer el fondo completamente plano, aunque esta banqueta viene de serie, al igual que los seis airbags. En todo caso, sin ellos tienes 1.013 litros de capacidad y con ellos los 215 litros en los que cabe perfectamente la compra de la semana o el equipaje para un finde. Por otro lado, las plazas traseras tampoco son muy incómodas por si eventualmente tienen que viajar ahí uno o dos ocupantes. El acceso al interior es adecuado, y en la segunda fila encontrarás de serie dos anclajes Iosfix. De momento, en España solo se venderá el Opel Karl con acabado Selective, versión cinco puertas y motor 1.0 75 CV. Eso si, podrás elegir entre 10 colores de carrocería diferentes. Su precio es de 10.910 euros.

Valoración

Nota7

Por 10.000 euros 'pelaos' tienes disponible el Opel Karl, el modelo más barato de la marca del rayo. Esta es la prueba de su motor (único) 1.0 de 75 CV, que empuja

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