Prueba Toyota Yaris 2015: mejor el diésel

Toyota sigue implementando en su gama la estrategia 'Model Year', que supone renovar ligeramente sus vehículos cada año para estar siempre a la última. En el Toyota Yaris 2015 que ya hemos probado los cambios afectan a la estética, a la mecánica y a varios componentes internos tanto de chasis como de materiales, que mejoran la vida a bordo y optimizan el comportamiento del vehículo.

Con el nuevo Yaris de la prueba, Toyota quiere impulsar su oferta en el segmento B del mercado (el de los utilitarios), que en Europa supone un 20% de las ventas y está previsto que prosiga su crecimiento durante los próximos años. Por ello, este rediseño está basado en dos ejes: mejorar la calidad del interior y lograr una imagen más deportiva tanto por diseño como comportamiento. Eso es lo que voy a comprobar en esta primera prueba por las carreteras de Dusseldorf (Alemania), la ciudad alemana con la mayor colonia de empresarios japoneses. 

El Toyota Yaris nació en 1999, estrenó en 2005 la segunda generación y en 2011 apareció la tercera. Ahora se presenta este rediseño, que afecta claramente a un frontal con una parrilla más grande, faros agresivos y una trasera donde destacan el nuevo difusor y los faros LED. Las medidas se mantienen intactas, con 3,95 metros de largo.

Paso ahora al interior, donde me llevo una sorpresa: el salpicadero sufre un importante cambio, algo que no suele ser nada habitual cuando una marca ejecuta un simple rediseño. Fruto de esa búsqueda de mejorar la calidad percibida, ahora estrena una nueva pantalla y los materiales tienen mejor tacto.

Cuatro opciones mecánicas forman la gama del Toyota Yaris 2015. En gasolina arranca con un nuevo bloque de 1,0 litros de tres cilindros y 70 CV, que promete un consumo de solo 4,1 l/100 km. Por encima se coloca la opción más potente, un 1.3 de 100 CV que acelera de 0 a100 km/h en 11,7 segundos. En diésel se mantiene el conocido 90D (antes llamado 1.4 D-4D 90 CV) y la gama se completa con el Toyota Yaris hybrid, que combina una mecánica gasolina con una eléctrica para rendir 100 CV. Por cierto, ahora todos son casi iguales por fuera. 

Al volante del Toyota Yaris 2015, la postura es algo elevada y el volante cuenta con un aro ancho que se agradece. He probado el motor nuevo, el 1.0 de tres cilindros y 70 CV. Lo primero que me llama la atención es que apenas llegan vibraciones al habitáculo, algo muy positivo dada su naturaleza tricilíndrica. En autovía y a más de 3.000 rpm sí que entra más sonido del motor del deseado. Su mejor zona es entre 2.000 y 4.000 vueltas, por debajo se queda algo corto. Claramente diseñado para ciudad, puede con alguna corta escapada interurbana. El consumo se ha quedado en unos razonables 5,6 l/100 km, y el tacto del cambio manual de cinco velocidades es preciso, aunque de recorridos algo largos.

Toyota asegura que ha invertido 85 millones de euros en el desarrollo del nuevo Yaris 2015, que rivalizará con los Ford Fiesta y Seat Ibiza. Estos dos utilitarios destacan por su eficaz comportamiento y por eso los ingenieros japoneses han optimizado la plataforma de este Yaris con nuevos materiales, un aumento de la rigidez de carrocería cifrado en el 20 por ciento y unas suspensiones revisadas. El resultado es un coche más estable y ágil, más cerca de su rival español y con un muy buen tacto de frenos. La suspensión no me ha parecido que busque el confort sobre todo y la carrocería balancea menos que antes.

El nuevo Toyota Yaris cuenta con tres niveles de equipamiento: City, Active y Advance. El equipamiento es muy completo desde el primero, pues incluye de serie 7 airabas, climatizador, radio CD con Bluetooth y llantas de acero de 15 pulgadas. El segundo nivel, Active, añade la nueva pantalla de 7,2 pulgadas, el control de crucero o el volante multifunción y será el más vendido. Los precios del Toyota Yaris 2015 oscilan entre 9.991 y 17.690 euros con el Plan PIVE 6 incluido.