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Duelo tuning radical: Mansory 4XX Siracusa y AMG GT S

Uno 730 CV, el otro 790. Velocidades que superan holgadamente los 300 km/h, carrocerías en fibra de carbono, diseños para caerse de espaldas. En este duelo tuning radical del Mansory 4XX Siracusa y el AMG GT S uno se da cuenta de por qué el mundo del automóvil sigue siendo pura pasión.

Motorizaciones comparadas:

Estamos en Alemania, en la planta de Mansory. El preparador se ha hecho un nombre en los últimos años porque se ha atrevido con deportivos de la talla del Bugatti Veyron. Y no se ha cortado en meter 1.250 CV bajo el capó de un Aventador o en un Rolls-Royce Ghost con la carrocería gris y las llantas doradas. ¿Cuál es su última locura? Son dos y las enfrentamos: Duelo tuning radical: Mansory 4XX Siracusa y AMG GT S.

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Básicamente, Mansory ha pasado el nuevo Ferrari 488 GTB y el AMG GT S por el escalpelo. El Ferrari pasa a llamarse 4xx Siracusa, como la antigua ciudad de Sicilia. El segundo mantiene el nombre. El itialiano recibe un amarillo chillón, el alemán es gris mate. Los llevamos a un aeródromo cercano para probarlos a fondo.

Solo los interiores suponen ya, cada uno, un sobreprecio de más de 30.000 euros respecto a los modelos originales. Por eso los asientos de cuero van recubiertos con plásticos, igual que las alfombrillas del suelo. Por suerte, los motores están descubiertos. 

Ferrari

Entro primero en el Ferrari, en el que a primera vista todo parece como en el 458 Italia. Baja postura al volante, volante multifuncional, levas tamaño XXL. Solo algunos detalles son diferentes. Por supuesto, Mansory se ha aplicado a fondo: nuevo cuero aún más refinado con costuras en amarillo, mucho carbono por todas partes.

Pero lo importante llega a la hora de arrancar: el doble turbo silba poderosamente detrás de mí En 2,9 segundos ya voy a 100 km/h. No paro hasta alcanzar los 341 km/h. Paro de nuevo y me bajo. Quiero contemplar a fondo la carrocería. Me sorprende el uso profuso de fibra de carbono, y algunos aditamentos aerodinámicos en la carrocería. 

Ferrari

Las marcadas entradas de aire que lleva ahora delante deben refrigerar el motor y, en combinación con el nuevo faldón frontal, lograr un mejor agarre. Los umbrales  laterales, los espejos y las aletas anteriores no solo son de carbono para aligerar peso. Además, reconducen el aire para refrigerar la mecánica. El difusor trasero también redirige la corriente de aire y mejora la aerodinámica y el agarre. Con todo esto se logra, además, que no se acumule el aire caliente. Asimismo, tras las puertas hay otras entradas de aire para refrigerar el vano motor.Las llantas son muy llamativas, en gris titanio con partes amarillas, con 20 pulgadas delante y 21 detrás. Y el chasis adaptativo se ha rebajado en altura. 

AMG

Me paso al AMG GT S. Dentro es aún más refinado que el modelo de serie, abunda el carbono por todos lados y los detalles en rojo. Lleva otro V8 biturbo que también sopla a 1,2 bares. Es un coche que recuerda a los de competición de la GT3. Las aletas extremadamente ensanchadas con salidas de aire en forma de branquias XXL que recuerdan al SLR de Stirling Moss. Detrás, la espectacular zaga es más espectacular ahora con las salidas laterales y el difusor de carbono en rojo. 

AMG

Encender el motor y pisar a fondo es una vez más una experiencia religiosa. A partir de las 6.000 vueltas tengo 730 CV bajo el pie derecho. El empuje es tan brutal que tengo que sostener fuertemente el volante. En 3,4 segundos ya coy a 100 km/h, el coche sigue empujando furioso hasta los 330 km/h. 

Me bajo, miro a estas dos bestias, y no puedo reprimir una sonrisa. Sin duda, tengo el mejor trabajo del mundo. 

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