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Comparativa: dos pick up radicalmente deportivos

Los grandes pick up todoterreno son extraños en nuestro país, más aún con las motorizaciones de estas dos bestias. Te presentamos la comparativa del Dodge RAM 1500 5.7 Hemi contra el Dirks-MTM Amarok V8 Passion.

Motorizaciones comparadas:

Los dos llevan motores V8 con más de 400 CV. Con el Dirks-MTM Amarok V8 Passion, acelerar desde cero es un espectáculo: pie izquierdo al freno, derecho al acelerador y pisar a fondo. La aguja del cuentarrevoluciones sube disparada, el V8 brama enfurecido, los turbos (sí, lleva dos) silban con estridencia, el repartidor de par amenaza con reventar. Se eleva la zaga, hunde el morro, como un gato justo antes de saltar.

Finalmente: levanto el pie del freno, la aguja llega a la zona roja, sube tanto de revoluciones que la solución es meter segunda en el modo manual cuanto antes, e incluso tercera. Resultado: llego a los 100 km/h en unos muy respetables 6,2 segundos.

No alcanza los 240 km/h, pero sí logro ponerlo a 230 (por autovías alemanas, claro). Y es que este es un coche que se pega con el viento, no ayudan mucho sus pasos de rueda ensanchados. Nos vamos al circuito de Sachsenring para medir los tiempos por vuelta. Este Amarok calzado con neumáticos Michelin toma las curvas rápido, limpio y neutral. Puedo decirlo: es deportivo. Y con el V8 arrojando 930 Nm de par al repartidor.

La dirección es sorprendentemente precisa, el punto de presión de los frenos se mantiene firme. Al volante, apenas te puedes creer que esté dirigiendo una mole de 2,5 toneladas. 

Un chasis de deportivo

El secreto de su maravilloso comportamiento está en su chasis: suspensión helicoidal y ajustable de KW en el eje delantero, neumática con regulación de altura detrás, de manera que el eje rígido apenas se nota, ni siquiera por carreteras en mal estado. Y es que este MTM garantiza una respuesta deportiva sin tener que castigar por ello a sus ocupantes. Logra un buen compromiso entre dinamismo y confort.

No nos olvidemos que proviene de un vehículo de trabajo, así que no esperes sentirte dentro como en el salón de tu casa. Abundan los plásticos duros. Esto se suaviza con unos cuantos revestimientos de cuero en algunas partes, así como Alcantara y carbono, que realzan su imagen y tacto. Eso sí, es opcional, como el sistema infotainmet Clarion de más de 2.000 euros, por cierto, de manejo complicado.

La vuelta al Sachsenring en 1:49,11 es un resultado memorable: un Toyota GT86 es solo medio segundo más rápido, mientras que el Audi Q7 V12 TDI de500 CV y 1.000 Nm requiere dos segundos más. ¿Lo malo? El precio, equipamiento incluido, se va más allá de los 200.000 euros. Cuatro veces más que lo que te puede pedir un importador por el Dodge RAM 1500 5.7. Por eso el MTM se queda con el segundo puesto.

El Dodge es más racional

Arranco el Dodge RAM 1500 5.7 Hemi, y a diferencia del impulsivo y testosterónico MTM, entrega los 401 CV de su 5,7 litros V8 de forma más homogénea, llega con facilidad a las 6.000 vueltas y sin el agujero del turbo. No deja dudas de su peso de 2,8 toneladas: montar un elefante debe ser una sensación parecida. 

Con todo, hacer el 0 a 100 km/h en solo 7,3 segundos infunde respeto. Y sí que supera los 230 km/h, en parte gracias a su chasis neumático que rebaja la altura de la carrocería a velocidades elevadas, logrando un buen coeficiente aerodinámico de cw 0,36. Pero no hemos podido medir la velocidad máxima, ya que los neumáticos de serie All-Terrain M&S no permiten pasar de los 190 km/h.

Precisamente estas gomas son en parte las culpables de que su comportamiento en circuito no sea ni de lejos tan equilibrado como el del MTM, aunque en todo momento se mantiene seguro. Sin embargo, su límite llega demasiado pronto con subvirajes anticipados, y en las curvas lo penaliza también un ESP que no es del todo desconectable. Pero no es ninguna humillación para este Dodge: un Mercedes G 65 AMG de 612 CV es claramente más lento en Sachsenring, también penalizado por su ESP.

El puesto de conducción está dominado por plásticos duros, el cuero solo recubre los asientos y el volante. El cambio automático permite un modo manual mediante botones a la derecha del volante. 

Se mueve con facilidad

Una vez te has acostumbrado a sus enormes dimensiones, lo cierto es que se mueve con facilidad entre el tráfico rodado. Y su espacioso interior aloja sin problemas a cinco adultos de gran estatura.

Por carretera se lleva relajadamente: a su suave dirección le falta algo de tacto, pero es suficientemente precisa. El confort de suspensión es correcto, nada que ver con modelos de Ram más antiguos con ballestas. El chasis se compone de suspensión independiente delante, eje rígido detrás, suspensión neumática opcional en los dos. 

En definitiva: aunque su tiempo por vuelta ha sido de 1:58,78 minutos, mucho mayor que el MTM, queda en primer puesto. Y es que solo con lo que cuesta la preparación del motor del Amarok, puedes hacerte con dos Dodge de importación.

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