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El primer deportivo híbrido tenía un V10 de 2.0 litros

A menudo pensamos que los deportivos híbridos son algo de esta década, de los últimos dos años y de fabricantes de la talla de Porsche, McLaren y Ferrari. Pero la realidad es bien distinta. Este honor corresponde a Connaught, quien desarrolló el primer deportivo híbrido y lo equipó con un V10 de tan solo 2.0 litros. Su reducido peso contribuía a hacerlo realmente especial, aunque jamás llegó a ser producido.

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El primer deportivo híbrido tenía un V10 de 2.0 litros. Fue desarrollado en 2002 y jamás llegó a producción. A menudo pensamos que los deportivos híbridos son algo de esta década, de los últimos dos años y de fabricantes de la talla de Porsche, Ferrari y McLaren, aunque la realidad es bien distinta. En estas líneas vamos a conocer algunos detalles del primer deportivo híbrido, un modelo que nació hace ya varios años, el Connaught Type-D GT 'Syracusa'.

Lo más destacado tal vez fuera el motor V10 de solo 2.0 litros instalado en el Type-D GT. Este bloque, con cilindros tan pequeños (de 200 cc cada uno), estaba sobrealimentado y generaba 300 CV y un par motor de 370 Nm, cifras realmente impresionantes para su pequeño bloque. El propulsor estaba asociado a una transmisión manual de cinco velocidades proveniente de Caterham, la cual enviaba la potencia un diferencial de deslizamiento limitado montado en el tren posterior. 

El Connaught Type-D GT 'Syracuse' registraba solo 950 kilogramos sobre la báscula gracias a una carrocería de aluminio sobare un chasis de acero tubular, unidos a una bañera de compuesto termoplástico. La suspensión era de doble horquilla, contaba con cristal laminado de seguridad, pese a que contaba con espacio para cuatro ocupantes, tan solo registraba 4.267 mm de largo y una velocidad máxima de 273 km/h.

Aunque es cierto que el propio fabricante hablaba de los problemas que ocasionaba su mecánica V10 de tan solo 2.0 litros, en especial en términos de calor y fricción. Pero vayamos al aspecto híbrido. Connaught apostó por el uso de supercondesadores para el sistema híbrido del Type-D GT 'Syracuse', algo que encontraríamos en los prototipos de Le Mans ocho años después de que Connaught presentara su concepto. En 2004, el fabricante británico aseguró haber incluido la frenada regenerativa y el asistente de par, novedades que McLaren incluyó en su avanzado P1.

Connaught construyó un coche totalmente a mano y utilizaba componentes casi totalmente a medida. Eso pintaba muy bien en términos publicitarios, pero no fue hasta 2006 cuando la compañía presentó el Type-D GT 'Syracuse' que, para sorpresa de todos, no contaba con la tan anunciada propulsión híbrida. La compañía jamás recibió el dinero para fabricar más coches a partir de 2006, año en el que había planeado 50 ejemplares y más tarde aumentarían a 2.000 unidades anuales. Más tarde esa cifra se redujo a 300, luego a 100 y luego a la nada.

Por su parte, Connaught también recibió una cuantiosa cantidad de dinero para fabricar unas instalaciones para compañía en Gales del Sur, aunque parece que la cantidad no fue suficiente, ya que Fred Page-Robert, presidente de Connaught, apareció en un vídeo promocional pidiendo de nuevo otros tres millones de libras para terminar el sistema de propulsión híbrido del Type-D.

Más tarde pediría otros dos millones para apoyar dicho sistema, que ahora estaba terminado, pero querían hacer una conversión para ser utilizado en furgonetas Ford Transit. No se sabe lo que realmente ocurrió con Connaught y sus ambiciosas promesas. Las ideas eran buenas, pero no estaban bien ejecutadas. Tal vez eran unos adelantados para su época.

Fuente: Jalopnik

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