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Comparativa: Mini Clubman contra todos

El Mini crece de talla con el Clubman, y ahora le toca medirse en otro segmento: el de los compactos. En esta comparativa le enfrentamos al Seat León, Audi A3 y Kia Cee'd.

Motorizaciones comparadas:

Se acabó el cachondeo: el Mini se pone serio. El nuevo Clubman, con sus 4,25 metros, no es solo el Mini más largo de la historia, sino que se estrena, por primera vez, en el segmento de los compactos.

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Una apuesta valiente, y una buenísima razón para medirlo con los rivales más duros de su categoría. Hemos escogido al deportivo Cooper S de 192 CV y lo enfrentamos con la variante GT del renovado Kia cee'd con 204 CV bajo el capó y un equipamiento completísimo. Un precio ajustado (si tienes en cuenta los descuentos) y una garantía de siete años son sus mayores armas. La réplica española se la da el León. Un coche que hereda tecnología del grupo Volkswagen, incluido el motor de 180 CV, que comparte con el Audi A3 Sportback, el cuarto contendiente de esta comparativa.

Cuatro rivales de peso por tanto, para un duelo que promete emociones fuertes. En la siguientes páginas no solo comprobarás cómo de bien encaja el Mini en su nuevo segmento, sino hasta en qué nivel se mueve.

4. Kia Cee'd 1.6 t-gdi GT

El mejor de su gama: el Kia Cee'd 1.6 T-GDI ofrece unos generosos 204 CV y una estética que entra por los ojos, tanto en el exterior como en el habitáculo. El espacio es desahogado, y el maletero cubica entre 380 y 1.318 litros. Sin duda, es el más capaz de la comparativa. A eso hay que añadir sus asientos deportivos Recaro, que te despertarán una sonrisa cada mañana.

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El motor da mucho de sí y eso se nota en sus alegres aceleraciones, si bien los 230 km/h solo los alcanzarás con el viento a favor y en una autopista alemana. Además, es el más tragón de esta prueba (8,1 l/100 km) y el ruido puede llegar a hacerse molesto. Las suspensiones, por su parte, tienen un tarado excesivamente duro, lo que provoca una respuesta seca que lamentarán los riñones de los ocupantes. 

Aquí por ahora no puedes comprar la carrocería de cinco puertas asociada al potente motor de 204 CV. En España solo se vende con la deportiva carrocería del pro_cee'd de tres puertas. Esta versión tiene un precio oficial de 29.450 euros pero la marca coreana suele realizar importantes descuentos. Su equipamiento de serie es completísimo.

3. Seat León 1.8 TSI FR

El Seat León invita al disfrute: diseño atractivo, motor brioso, handling ágil... El 1.8 TSI acelera con poderío, empuja desde muy abajo y aun así no pasa de los 7,2 litros de consumo medio. A eso, este cuatro cilindros añade una respuesta silenciosa, tan solo enturbiado por el ruido de la rodadura de los neumáticos: más alto de lo aceptable.

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El chasis, de tarado rígido, favorece su dinamismo, pero perjudica algo el confort, si bien no llega a ser un coche incómodo. Por baches prolongados filtra bien, el problema llega cuando se vuelven cortos y continuados. Como, por ejemplo, un asfalto adoquinado, que se hace notar demasiado en el interior. Pero dentro hay motivos para ser feliz: delante es el más espacioso y ofrece un salpicadero limpio y bien ajustado con un manejo sencillo de sus elementos de control.

Solo enturbian el conjunto unas banquetas delanteras demasiado cortas, la escasa visibilidad trasera y una boca de carga demasiado alta (76 cm.). En precio, es el claro ganador (si no tenemos en cuenta posibles descuentos del concesionario). Seat pide por su León 1.8 TSI con acabado FR unos más que justificados 24.190 euros. Por ello, ha quedado muy cerca del Mini.

2. Mini Clubman Cooper S

En Mini entran en una nueva era con la nueva generación del Clubman. No solo crece hasta unos 4,25 metros inéditos hasta la fecha, sino que se convierte en un compacto con todas las de la ley. El espacio interior no es de récord, pero sí suficiente. El portón trasero dividido en dos gustará a los nostálgicos, pero en el día a día no aporta ninguna ventaja.

Dentro, enseguida captas el feeling Mini. Un puesto de conducción con innumerables botones, palancas y el enorme indicador circular del centro enseguida recuerdan a sus hermanos pequeños; su visibilidad periférica está muy conseguida. Dinámicamente cumple de sobra: su motor de 192 CV empuja con decisión y logra descolgarse de sus rivales, aun con su elevado peso de 1.489 kilos. El cambio automático de ocho velocidades opcional (2.100 euros) ofrece un buen funcionamiento. Nos ha sorprendido el confort de su suspensión. El Clubman emplea la técnica del BMW Serie 2 Active Tourer, y filtra muy bien incluso circulando por asfaltos muy irregulares. Solo por adoquines pronunciados traslada algunas vibraciones al habitáculo. Y todo ello, sin renunciar a la típica conducción divertida de Mini.

1. Audi A3 1.8 TFSI Sportback

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La búsqueda de la perfección es algo que muchos aplican en su día a día, también en sus coches. En cuando a acabados, el Audi A3 se acerca bastante, algo que se nota nada más sentarse a sus mandos. Asientos magníficos, manejo intuitivo, materiales y ajustes refinados. Los pasajeros de las plazas posteriores no se alegrarán tanto, por culpa de un espacio demasiado justo. En cambio, es el que tiene el comportamiento más equilibrado de los cuatro. El motor de 1,8 litros es silencioso, permite viajes confortables y al mismo tiempo realizar una conducción muy dinámica. Alcanza los 235 km/h en nuestro circuito de pruebas, pero con sus 7,1 l/100 km es el más ahorrador de todos. Y ninguno como él logra tal equilibrio entre deportividad y confort.

Con sus largos recorridos de suspensión filtra eficazmente cualquier tipo de asfalto, e incluso sin equipar los amortiguadores adaptativos (1.195 euros), cuesta sacarle los colores. Aun cuando realizas una conducción decidida no pierde la compostura, y la precisión de su dirección y la fluidez de su cambio reafirman esta sensación. Un grado de perfección que tiene su precio, claro: nuestra unidad de pruebas costaba por 34.110 euros. Como imaginarás, las opciones tienen un coste muy elevado.

Conclusión

El Mini nos da la sorpresa: queda segundo por detrás del refinado Audi A3, gracias a su acertado concepto de habitabilidad y la sólida técnica heredada de BMW. El Seat mantiene el tipo, y el Kia tiene un espíritu demasiado dinámico.

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