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¿Tú cuál prefieres? BMW M4 o Lexus RC F

No sé cuál de los dos elegirías, pero tanto para el BMW M4 como para el Lexus RC F te hará falta un látigo. Y es que son dos bestias de cuidado. Ambos tienen tienen tracción trasera y motores con más de 400 CV, pero a partir de aquí comienzan las diferencias...

Motorizaciones comparadas:

Puede que la cultura japonesa siempre haya rendido pleitesía al honor como uno de sus principales valores y esté mucho más arraigado en la sociedad que la individualidad y la competitividad occidental. Quizá por eso, por tener que salvaguardar su honor, Lexus ha construido una auténtica katana para golpear con fuerza a los imprudentes extranjeros.

El Lexus RC F está afilado. Mucho. Lo malo es que tiene delante uno de los guerreros germanos más duros, más rápidos, más radicales... Es el sucesor del BMW M3 Coupé, ahora llamado BMW M4 y que ya ha demostrado su valor en numerosas confrontaciones. ¿Y qué mejor campo de batalla para un cuerpo a cuerpo que el Circuito del Jarama?

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De camino al trazado madrileño, detecto que la amortiguación trata mejor a los ocupantes del japonés, aunque sus carnes notarán que viajan en un deportivo y, además, en un interior algo mas angosto que el del alemán, sobre todo en las plazas traseras y en la zona del maletero.

Ya en la calle de boxes, y con los motores arrancados, me llama la atención el sonido bronco y contundente del V8 atmosférico del RC F.  Contrasta con el más afinado y metálico del seis cilindros en línea con doble turbo del M4. ¿Nostalgia? Sí, porque la moda de la eficiencia y las exigentes normativas de emisiones hacen que el ocho cilindros pueda suponer uno de los últimos motores de este tipo que se monten en un deportivo del segmento medio.

Pero hay que dejar de pensar en el futuro y centrarse en el presente. Y ahora toca desenfundar las armas. Me subo en el BMW, y los recuerdos de un reciente enfrentamiento con el Audi RS 5 vienen a mi memoria. Por supuesto, pongo motor, cambio y suspensión en su modo más deportivo, Sport Plus, y quito los asistentes electrónicos. Llego a final de recta y ya en la primera curva recuerdo lo bien que traza este M4. Su dirección tienes que trabajarla, es decir, se nota más dura que en el Lexus, pero también es increíblemente eficaz. No deja que el morro abra la trayectoria y a la salida, la progresiva y contundente transferencia de sus 430 caballos de potencia al suelo mediante el doble turbo hace que deba tener cuidado con el pedal derecho para no acabar mirando en dirección contraria...

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El Lexus RC F también afronta esta primera curva en el modo S+, sin controles y con su diferencial activo en modo track. Sin embargo, la dirección más asistida y, sobre todo, un peso a todas luces excesivo y que supera en 250 kg al BMW hace que la curva se alargue y la puzolana se acerque peligrosamente. Otro golpe de gas, sin tantos miramientos como en el M4, y vuelve a la trayectoria ideal. Sale de este primer viraje decidido y sin tantos problemas de tracción como el alemán, pero en la rápida de Varzi el peso y las inercias vuelven a aparecer. Pasado parte del trazado, en la exigente frenada de la bajada a Bugatti, me doy cuenta del principal problema del RC F para igualar la eficacia del BMW M4: su cambio automático por convertidor de par. Es lo suficientemente rápido para una carretera de montaña un sábado por la mañana, pero aquí el de doble embrague DKG del alemán se muestra muy superior en cuanto a rapidez y permisividad.

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También es igual de cierto que los frenos Brembo del Lexus son capaces de reducir la velocidad de sus casi 1.800 kilos de forma eficaz, pero las reducciones no siempre se producen cuando tú quieres y si lo hacen, su leve retardo mientras la curva se acerca te pondrá nervioso. Además, en una conducción más tranquila y si necesitas una buena dosis de potencia puntual (para adelantar), si no pisas a fondo incluido el tramo de kickdown, el par de segundos que tarda para reducir marchas se te hará eterno. Menos mal que sus casi 480 CV luego compensan con creces...

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Bajando de nuevo Bugatti con el M4, la confianza que me da es mucho mayor. Es cierto que su equipo de frenos de carbono cuesta un pastizal (9.000 euros), pero si vas a realizar una conducción exigente habitualmente, el gasto extra merece la pena. Y, además, el cambio DKG sí que obedece fiel y más rápidamente a los movimientos de sus también más fáciles de utilizar levas de su modo secuencial. No es menos cierto que subiendo marchas se continúa mostrando algo brusco, con tirones que no a todo el mundo agradarán.

Salgo a la zona de boxes y echo un vistazo al gasto de combustible de ambos... no te quiero asustar (puedes ver su consumo medio en una conducción más normal en la ficha, de 12 litros para el BMW M4 y 15 para el Lexus RC F), pero estas cifras no deberían ser decisivas a la hora de adquirir uno u otro... ya sabes lo que compras, o deberías saberlo.

Aunque no es superior al M4, el japonés ha mantenido su honor intacto. De momento, no va a ser necesario que se haga el harakiri...

Conclusión

Me ha pasado algo raro con el Lexus. Su estética me encanta, el sonido del V8 me enamora y su interior me parece mucho más original, pero... me quedo con el BMW. Y es que tiene una de las mejores combinaciones motor-chasis-cambio del mercado. Para aprovecharlo de verdad, hazme un favor: métete en circuito de vez en cuando.

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