Comparativa: BMW 218d AT 'vs' Golf Sportsvan y Ford C-Max

El BMW Serie 2 Active Tourer ha sido un verdadero vendaval dentro de la marca bávara. Su nacimiento ha sido lento y complicado. ¿Un BMW monovolumen? no, nunca, eso no cuadraba con su imagen deportiva. Por eso pensaron en algo especial: debería llamarse Luxury Sports Tourer. Luego dijeron que tal vez la definición más adecuada era PAS (Progressive Activity Sedan). En 2009 por fin nació el que se puede concebir como el primer MPV de la marca alemana: el BMW Serie 5 GT. Y ese fue el paso de BMW hacia un vehículo con mucha practicidad para el día a día y realmente modulable en su interior. Bajo ese mismo dibujo, más tarde llegó el BMW Serie 3 GT y, finalmente ha aterrizado entre nosotros este Serie 2 como la última apuesta. Y claro, como se niega a ser un monovolumen, ha decidido denominarse Active Tourer.

El Volkswagen Golf Sportsvan sigue un camino parecido, pero no os preocupéis, padres de familia, que tiene más de 'van' que de 'sports'. El Ford C-Max casa a la perfección entre el B-Max y el S-Max, y no oculta su condición de monovolumen. No juegan con las palabras y no huyen de un segmento que les ha dado muchos días de gloria a Ford. ¡En esta comparativa los enfrentamos cara a cara!

Espacio: el Volkswagen Golf Sportsvan por delante

Vayamos al grano. ¿Qué es lo primero que buscas en un coche así? Respuesta: su amplitud interior. El Ford C-Max, fabricado desde 2010, es el veterano del trío, y eso se nota, especialmente en las plazas delanteras, con una consola central plagada de botones y una pantalla pequeña con menús poco claros. En espacio queda por detrás del BMW y el Volkswagen, sobre todo en la segunda fila, aunque logra compensarlo con la astuta concepción de sus asientos. Las tres plazas se pueden inclinar, plegar e incluso desmontar, lo que conlleva muchas ventajas para el maletero, que sin asientos llega a los 1.723 litros de capacidad, lo que le da la mejor cifra de lejos (el BMW ofrece como mucho 1.510 litros y el Volkswagen, 1.520 litros). Y por 250 euros extra puedes convertir las plazas exteriores posteriores en dos cómodos asientos, extrayendo la butaca central. Realmente inteligente y muy cómodo si no necesitas ocupar las cinco plazas de este C-Max.

En el BMW 218d Active Tourer, el respaldo trasero se pliega en tres partes (40/20/40), una operación que se puede hacer remotamente desde el maletero. Eso viene de serie, pero por los asientos deportivos delanteros tendrás que pagar un extra que recomendamos encarecidamente: 559 euros. Con la modularidad de su espacio interior, el Serie 2 es un coche convincente que se sitúa entre el Ford C-Max y el Volkswagen Golf Sportsvan.

El Volkswagen juega en otra liga. Delante tiene bastante más espacio que sus dos rivales gracias a la abundancia de superficies planas y sus generosas zonas acristaladas aportan mucha visibilidad y sensación de desahogo. Y en la parte de atrás se lleva nuestros 20 puntos por su increíble espacio, tan grande que un jugador de baloncesto profesional también viajaría de lo más cómodo. Además, la banqueta posterior se puede deslizar en dos partes, y el respaldo se puede regular en inclinación.

¿Hablamos de motores? El Golf Sportsvan lleva el conocido dos litros TDI de 150 CV: un bloque discreto y silencioso, que ofrece una respuesta muy agradable. Es ideal para el tarado confortable de este Volkswagen, que rueda especialmente suave con los amortiguadores DCC opcionales (cuestan 120 euros). En prestaciones se pone a la par del Ford, aunque su consumo se distancia claramente situándose como el mejor de los tres.

¿Y el Ford C-Max? Su TDCi de 140 CV siempre lo habíamos descrito como agradable y silencioso, pero lo cierto es que en comparación con estos dos nuevos modelos nos parece algo más tosco. Lo bueno es que el modelo del óvalo sigue siendo un coche ágil y divertido en el paso por curva. y solo la dirección, tal vez demasiado directa, aporta algo de nerviosismo al comportamiento general. Pero lo que está claro es que pocos monovolúmenes son capaces de aportar tanto disfrute al volante.

El BMW Serie 2 Active Tourer: el más ágil

Le toca el turno al BMW 218d Active Tourer: si te preocupa que los de Baviera hayan optado por la tracción delantera, no sufras más: este Serie 2 es increíblemente ágil y preciso para ser un monovolumen. Parte de la culpa la tiene el Mini, con el que comparte no pocos elementos. La dirección es sensible y rápida y nunca demasiado blanda. Y por supuesto, el tarado de la suspensión es firme: no es incómodo ni seco, pero su ajuste es rígido.
Su dos litros diésel de 150 CV es un motor decidido y siempre dispuesto a empujar, incluso a bajas vueltas. Suena al ralentí más de lo que uno se espera, pero a velocidad constante se vuelve más silencioso. Con una respuesta más contundente que la de sus dos rivales cuando pisas el acelerador, el BMW 218d Active Tourer deja atrás a sus dos oponentes y no por ello gasta más. De hecho casi iguala los 5,5 litros del Volkswagen y supera a los 6,2 del Ford. Lo mejor es que el BMW no solo se pone por delante cuando hay que acelerar a fondo, también lo hace cuando hay que hundir el pie sobre el pedal del freno y detenerse ante una emergencia. Las diferencias no son muy grandes, pero le saca un metro al Volkswagen y la distancia es algo mayor con respecto al Ford C-Max.

¿La parte mala? El modelo bávaro cobra caras sus excelencias dinámicas: nuestra unidad de pruebas, con cambio automático de ocho velocidades se pone en más de 32.600 euros y eso es mucho si tenemos en cuenta que el Ford C-Max se queda en unos atractivos 22.850 euros: casi 10.000 euros de diferencia. ¡Un cholllo en toda regla!
 
Eso sí, ten en cuenta que, a principios del año que viene, la marca de óvalo lanzará al mercado su renovado monovolumen compacto, con un motor TDCi que estrena 150 CV de potencia. ¿Y el Sportsvan? El Volkswagen se queda justo en medio: 29.740 euros con cambio DSG de seis velocidades. Ese equilibrio es el que le hace ganar esta comparativa, ya que aunque BMW haya irrumpido con fuerza en este segmento tiene que lidiar contra todo un especialista que ya traía mucho aprendido del Golf Plus al que sustituye.

Conclusión

Que no cunda el pánico: BMW ha concebido con este tracción delantera un monovolumen compacto increíblemente ágil y dinámico. No es el más amplio de esta comparativa, pero sí el que proporciona la diversión más alta en este segmento. El Ford C-Max también tiene muy buenos argumentos y el precio más competitivo de los tres, pero se deja puntos muy valiosos en nuestra tabla de valoración. Ninguno de los dos puede con el VW Golf Sportsvan, cuyo equilibrio general hace que se gane la victoria.