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Citroën DS5: el ‘premium’ alternativo

El Citroën DS5 llegó a España en febrero de 2012 con el modelo Hybrid4. Pero el DS5 esta disponible, además, con dos motores de gasolina y otros tantos de gasóleo con potencias entre 115 y 200 CV. Ya hemos probado tres versiones a fondo.

Un Citroën DS5 es un modelo inclasificable, aunque si quieres definirlo de alguna manera puedes decir ‘berlina premium’ y tampoco va a pasar nada. No presenta cambios con respecto a las primeras fotos del Citroën DS5. Mide 4,53 metros de largo y su carrocería tiene un Cx de tan solo 0,29.

La gama esta compuesta por cinco propulsores, todos ellos disponibles desde el principio: dos gasolina, dos diésel y, gran novedad, el Citroën DS5 Hybrid4 asociado a un motor de gasóleo.

Este último utiliza el 2.0 HDI de 163 CV asociado a un eléctrico de 37, la misma solución que empleará el Peugeot 3008 Hybrid4. En combinación, ambos propulsores pueden dar 200 CV. En el eje delantero actúa el motor térmico, mientras que el eléctrico actúa sobre el trasero. Por medio de una ruleta junto a la palanca del cambio CMP, se pueden seleccionar cuatro modos de conducción: uno totalmente eléctrico denominado ZEV (como máximo 60 km/h y un máximo de 4 km), otro ‘sport’, que utiliza ambos propulsores para ofrecer mejores prestaciones, un 4WD, que se aprovecha de que cada motor funciona en un eje para ofrecer una conducción más segura sobre pisos resbaladizos, y el modo Auto, que es el que mejor economía de uso logra. Por cierto, si lo dudas, cuando funcionan los dos motores en el modo de tracción integral, si la batería se desgasta, el alternador (de 8 kW) manda energía para mantenerla en funcionaiento. Una solución del estilo del Opel Ampera.

Aparte de esto, el Citroën DS5 ofrecerá dos motores de gasolina THP de 155 y 200 CV, además de un económico eHDI de 115 CV y el que seguramente será el más vendido, el 2.0 HDI de 163 CV. Yo he podido conducir tanto este último como el Hybrid4. El modelo diésel ofrece una buena respuesta desde muy abajo, aunque es desde las 2.000 rpm cuando muestra su mejor cara. Por su parte, el híbrido ofrece una respuesta contundente en modo Sport, cuando sale a relucir su potencia maxima.

También me ha gustado su dinámica. La plataforma es la misma que la del Citroën C4, por lo que no va a ofrecer la suspensión Hidractiva que sí utiliza el Citroën C5. Las vías han crecido y la suspensión se ha modificado: ahora tiene muelles más duros y unas estabilizadoras mayores, por lo que en zonas de curvas gira plano y apenas balancea.

En cuanto al interior, no se puede decir que sea tan espacioso como un C4 Picasso, ya que el Citroën DS5 tiene una línea de techo un poco baja que puede llegar a molestar a los pasajeros de las plazas traseras si son algo más altos de lo normal. Por lo demás, detrás cuenta con una banqueta en la que caben tres adultos mejor que en otros modelos de su tamaño y un maletero profundo, aunque su boca de carga es estrecha y está un poco elevada: cosas del diseño.

Aquí puedes ver los precios y equipamiento de toda la gama DS 5.

Prueba en profundidad Citroën DS5 Faubourg Addict (por E. Trillo)

Esta versión Faubourg Addict apunta a aquellos conductores que busquen algo más allá de lo diferente. Una condición que, si se produce ese caso, se paga con creces...

Un coche puede estar a la última sin necesidad de ser caro. Pero no es el caso de este acabado especial del Citroën DS5. No obstante, creo que lo destacable en este modelo demuestra que Citroën ahora es capaz de responder a las necesidades de una exclusiva clientela con la que antes no podía ni soñar. El acabado Faubourg Addict es una versión exclusiva que la marca de los chevrones presentó en el pasado Salón de Fráncfort y añade novedades estéticas y de equipamiento al ya de por sí exclusivo Citroën DS5.

Faubourg es un término francés que hace referencia a los barrios periféricos de una ciudad, esos que en París son los más elitistas y marcan tendencia. Y eso es justo lo que pretende hacer esta versión con su pintura exterior color berenjena y con los logotipos DS impresos tanto en las carcasas de los retrovisores como en el característico techo panorámico dividido en tres zonas típico de este modelo. Además, añade unas llamativas llantas de 18 pulgadas en color negro brillante. Hasta aquí lo específico de esta versión, pero deja que te recuerde los principales elementos que definen lo especial que es el DS5.

No voy a extenderme en valorar su diseño, ya que está claro que eso es una cuestión muy particular, pero a mí es un modelo que me gusta. Es diferente, llama la atención y aporta distinción a quien lo conduce. Eso ya es mucho decir y una gran virtud...

Esta versión solo se ofrece con el motor diésel más potente de la gama, el HDi de 163 CV. Un propulsor que destaca por transmitir un gran empuje en todo el rango del cuentavueltas gracias a su buena cifra de par (340 Nm desde solo 2.000 rpm). Va unido a una transmisión automática de seis velocidades que invita a conducir de forma relajada, ya que no destaca por su velocidad e inmediatez. No obstante, no desentona con el tacto general del vehículo, que tiene una buena pisada en las curvas y se muestra estable en los cambios de masas, pero debido a su peso (1.690 kg) no es tan dinámico como sus hermanos pequeños de la gama DS. Pese a todo, si te montas por primera vez en un modelo de esta gama y lo comparas con el confort y comodidad habitual de Citroën, enseguida te das cuenta de que esto es otra historia (mejor). Lo mejor de todo es que, pese a los kilos de más, este cuatro cilindros turbodiésel no es demasiado gastón. Cuenta con Start-Stop de serie y en esta prueba ha gastado una razonable media de 6,3 litros.

El Citroën DS5 Faubourg Addict cuesta casi 10.000 euros más que la versión básica equipada con este mismo motor y 1.500 extra si lo comparas con el acabado Sport en el que se basa. Aunque sí aporta una estética particular, teniendo en cuenta que consiste en añadir un color exclusivo, unos vinilos y unas llantas diferentes (pero de la misma medida: 18”), no creo que estos elementos justifiquen esa diferencia de precio. Es decir, DS5 sí, pero con las versiones habituales basta.

Si quieres saber cómo se las gasta este modelo frente a otros rivales, aquí puedes leer una comparativa entre el Citroën DS5 y el Volkswagen CC.

Prueba del Citroen DS5 BlueHDI 180 Sport (por E. Salmoral)

Tengo muy claro que el Citroen DS5 BlueHDI 180, protagonista de esta prueba, no es un coche cualquiera. Te puede gustar más o menos su diseño, pero lo que es incuestionable es que es un producto que desborda personalidad y carácter. No tiene nada que ver con ese Citroën C4 que peca de ser demasiado soso y aburrido. Este producto de la gama DS es muy atrevido y original, tanto que puede causar odio extremo o amor infinito.

Cuando me lo encontré en las oficinas de Citroën, aparcado en el parking reservado para los coches de pruebas, me gustó mucho. “Un francés que tiene carácter propio dentro del segmento de los compactos”, me dije. Pero al sentarme al volante del Citroen DS5 comienzo a ver aspectos que no me gustan. El principal es la visibilidad: muy reducida. Tengo claro que los diseñadores se han inspirado en el mítico Citroën DS de los cincuenta, ya que las sensaciones son parecidas. Pero en un coche moderno que va a circular por ciudad, hay que cuidar más estos elementos. La visibilidad lateral es deficiente, ya que el pilar A ocupa demasiado espacio, la trasera queda muy limitada por la forma del portón y la delantera tampoco es ninguna maravilla. Los ingenieros han intentado solucionar este problema elevando la altura de los asientos delanteros y, con ello, han eliminado la agradable sensación de espacio que insinúa su carrocería tan voluminosa.

He recorrido casi 2.000 kilómetros con este Citroën DS5 diésel y no me he llegado a sentir cómodo al volante. En otros coches lo consigo nada más sentarme. Porque al entrar dentro del habitáculo lo primero que hago es sacar de los bolsillos el móvil, las llaves de casa y la cartera. En la consola central no hay hueco para dejar nada y tendrás que usar el espacio en los paneles de las puertas o la enorme bandeja que hay entre los asientos delanteros. ¡Ojo! Es tan grande que luego de costará encontrar lo que has dejado.

No obstante, debo reconocer que una de las mayores virtudes de este coche se encuentra en su habitáculo. Es original, los asientos son muy cómodos y Citroën se ha preocupado en darle unos acabados muy cuidados: todos los materiales tienen un tacto suave y los ajustes están bien rematados.

Muy bien equipado

 También me ha encantado la dotación de serie de este Citroen DS5 con el acabado Sport. Aunque es un coche caro (cuesta 38.960 euros), no tendrás que pagar ni un céntimo más por elementos como los faros de xenón, navegador, cámara de visión trasera con sistema de ayuda al aparcamiento y climatizador bizona. Estos lujos los pueden montar muchos coches, pero es más complicado que también incluyan de fábrica los asientos calefactables, eléctricos y, sobre todo, el interesante techo panorámico. Está claro que Citroën debe jugar con la baza del equipamiento de serie si quiere competir con Audi, BMW o Mercedes. 

Pero la principal novedad del DS5 es su nuevo motor diésel de cuatro cilindros con 181 CV. Se trata de un bloque con carácter, con muchas ganas de empujar desde la zona baja del cuentavueltas y, además, tiene un sistema Start-Stop con un funcionamiento impecable. Los pasajeros apenas perciben cuando el motor se apaga y, posteriormente, se vuelve a encender. Este propulsor trabaja asociado a una caja de cambios automática de seis velocidades. Se trata de una tradicional transmisión por convertidor de par que es mucho mejor que el cambio robotizado que llevan otros coches de Citroën. ¿El problema? Que no es tan suave ni realiza los cambios de velocidad tan rápido como otros modelos que son competencia del DS5. Sin duda, merecería un cambio que estuviera a la altura de las circunstancias.

Dinámicamente, este Citroën no me ha dejado impresionado, pero sí resulta un coche que te proporciona un buen nivel de confort y una correcta estabilidad en todo tipo de trazados. La puesta a punto de la suspensión es adecuada y el tarado de los amortiguadores es suave. Eso sí, al pasar por zonas bacheadas puede ser algo seco de reacciones. No obstante, te aseguro que el DS5 es un buen automóvil si te apetece hacer un gran viaje.

Valoración

Nota7

El Citroën DS5 llegó a España en febrero de 2012 con el modelo Hybrid4. Pero el DS5 esta disponible, además, con dos motores de gasolina y otros tantos de gasóleo

Lo mejor

Equipamiento de serie muy completo, imagen más exclusiva

Lo peor

El precio resulta bastante elevado y todavía no se justifica

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