Citroën C4 THP, ¿un buen cambio?

Citroën ha atacado con su nuevo C4 (vídeo Citroën C4) justo donde más falta le hacía: en una sustancial mejora en el interior; tanto en espacio como en calidad percibida. Me siento frente a su volante, menos poblado de botones y sin el poco práctico cubo fijo de antes. Todos los sentidos agradecen el cambio. Los materiales son mejores, la impresión visual gana en empaque y el oído detecta una rumorosidad claramente más contenida.

Detalles como la iluminación en azul, las grafías digitales y los suaves timbres cuando te dejas abierta la puerta o el intermitente puesto son muestras de clase.  Me siento en las plazas traseras con el asiento delantero colocado para mis 1,85 metros de estatura y mis rodillas no rozan el respaldo. La cabeza tampoco lo hace con el enorme techo de cristal panorámico (opción por 676 euros).

En cuanto al maletero, el Citroën C4 cubica la friolera de 54 litros más que un Volkswagen Golf o un Opel Astra; eso sí, escondiendo una rueda de galleta. También guarda una práctica linterna, un respaldo partido y un suelo de carga casi plano cuando abates los asientos.

Repasado por dentro, ahora toca exprimir los 155 caballos del THP. Un motor desarrollado en conjunto con BMW y cuya fenomenal respuesta ya he comprobado en otros modelos de PSA. En este, sin embargo, el calificativo al rendimiento se va a quedar en comedido por culpa del cambio CMP. Es una transmisión manual pilotada de seis velocidades con levas en el volante que elimina el pedal de embrague, pero lastra las prestaciones por su lentitud. Exasperante en algún momento, por ejemplo cuando llegas a una rotonda en M y reduce una marcha.

Las cifras de aceleración del Citroën C4 son normalitas; las de recuperación son satisfactorias. Por ejemplo, completa el 0-100 en 9,8 segundos, siempre que tenga el cambio en posición manual. La lentitud que percibía antes se corrobora con el crono en la mano, porque al repetir la prueba de 0-100 en modo automático el registro sube a 10,5 segundos. A favor, el consumo es bastante contenido para una mecánica de esta potencia y eso siempre se agradece.

Si unes el espacio que te comentaba antes a este gran nivel de confort (para mí es el más cómodo de su clase), está claro que este Citroën es ideal para viajar y llegar a tu lugar de destino muy relajado. Además, no se podría decir que es un modelo caro, pues los 20.900 euros que cuesta (descuento incluido) por este acabado Exclusive (climatizador, control de crucero, bluetooth, ESP o luces automáticas incluidos) son realmente muy interesantes. Ha mejorado, no hay duda. Este C4 es mucho más coche en todos los sentidos... aunque sería mejor con cambio manual.