Logo Autobild.es

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

A priori parece un trabajo sencillo y divertido, sobre todo si te apasionan los automóviles. Pero ser chófer de Rolls-Royce implica mucho más que transportar a pasajeros

Cerdeña (Italia), mes de julio pasado. He llegado a esta paradisiaca isla del Mediterráneo, destino de millonarios y multimillonarios de todo el mundo, para conocer como único medio español el Summer Studio de Rolls-Royce, un espacio dedicado al fabuloso mundo del lujo de la marca británica que está ubicado en el exclusivo Porto Cervo.

Antes de salir de la minúscula terminal del aeropuerto de Olbia, la incertidumbre me invade por momentos, pues desconozco quién me a venir a recoger y no veo carteles con el emblema de Rolls-Royce por ningún lado. “A lo mejor es que no les han avisado de la hora de mi llegada” es el pensamiento que pasa por mi cabeza, mientras intento pensar en una solución en el caso de...

Pero nada más franquear la puerta y que un fuerte y húmedo calor me den la bienvenida, todas las dudas se disipan cuando localizo a pocos metros delante de mí un precioso y brillante Rolls-Royce Wraith de color negro antracita. En la parte trasera, impecablemente vestido de negro de la cabeza a los pies, se halla Andi McCann, un simpático escocés con mucho mundo y superávit de buenos modales.

Me toma la maleta –un trolley, para más señas– y descubro que en vez de sacarle partido a las prácticas ruedecillas que incorpora mi equipaje, la coge del asa y la introduce en el maletero, un habitáculo forrado en piel en el que si no fuera por el calor reinante uno se echaría a dormir gustosamente. “¿Por qué no ha arrastrado el trolley?”, le pregunto para romper el hielo. Y su respuesta me deja estupefacto: “Imagínese que hubiese grasa en el suelo procedente de un coche, y al pasar con las ruedas de la maleta por encima, el aceite se quedara impregnado en las mismas. Mancharíamos la moqueta del coche y también podría transferirse al piso de su vivienda”. Toda una demostración del cuidado por el detalle.

Precisamente eso, el cuidado extremo por el detalle y la atención que me presta Andi McCann como pasajero de un Rolls que soy, no es un gesto para conmigo porque le he caído simpático, sino que se trata de los mandamientos que todo chófer de Rolls-Royce tiene que aprender y cumplir.

La imagen mental que siempre había tenido de un chófer era la del personaje que encarnaba Morgan Freeman en la película 'Paseando a Miss Daisy': un conductor que tiene que aguantar y transportar a huesos duros de roer como Miss Daisy. Y aunque en cierto modo el oficio es así, para ser chófer de Rolls-Royce se requiere mucho más que dosis de paciencia y buenas manos al volante.

Y es que, siguiendo el mantra “empeñarse en lograr la perfección”, propugnado por Henry Royce, uno de los fundadores de la marca, Rolls-Royce puso en marcha hace años el programa White Gloves (‘Guantes blancos’, en inglés), una suerte de curso centrado en dotar a los conductores de los conocimientos necesarios para ser un chófer de Rolls-Royce.

Misión del chófer de Rolls-Royce: el viaje ha de ser una experiencia

El 'Programa Guantes Blancos' de Rolls-Royce, impartido por el propio Andi McCann –chófer habitual de los directivos de la marca británica y con amplia experiencia en este campo tras trabajar con pilotos profesionales incluidos dos campeones del mundo de F1–, dura un día nada más y sólo se admiten seis alumnos por sesión, para asegurarse que los participantes reciben la atención que requieren y ningún detalle queda sin resolver.

Además de aprender a pie juntillas los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce (a continuación te los detallo), a los participantes se les enseña a conducir en todas las situaciones posibles con absoluta seguridad –conducción deportiva y evasiva– y, sobre todo, a cómo lograr que un trayecto en un Rolls-Royce sea para los pasajeros una experiencia placentera que combina confort, refinamiento, serenidad y lujo. 

Además de todo lo anterior, un buen chófer de Rolls-Royce tiene que ser un tipo discreto que esté preparado para lo impensable, según me comenta Andi McCann. Y me pone un ejemplo al respecto: “Se lo puedo contar porque este cliente falleció el año pasado, aunque no daré su nombre. Era un artista famoso que vivía en Los Angeles (EEUU). En una ocasión reciente íbamos por una típica route estadounidense, con el límite de velocidad a 65 millas por hora (casi 105 km/h). En un momento dado, como llegábamos tarde a una cita, me pidió que fuera más deprisa. Le indiqué que eso es delito en EEUU y podríamos tener problemas, no por la multa en sí, porque de ella se hace cargo Rolls-Royce, sino porque si nos paraba la policía, nos retrasaríamos. ‘No te preocupes’, me dijo. Así que aceleré hasta 85 millas (137 km/h), pero él quería ir más deprisa pues quería sentir de lo que era capaz el Rolls-Royce Phantom en el que íbamos, por lo que subí a 100 millas (166 km/h). Aun así no fue suficiente y llegamos a las 120 millas (193 km/h). Entonces apareció la policía y yo temí lo peor, pero él me indicó: ‘Confía en mí’. Y al aparecer el agente de policía y descubrir quién era el pasajero, incluso nos escoltó hasta el destino”. Increíble…

Como sorprendente es esta otra anécdota que comparte Andi McCann conmigo: “En un salón del automóvil en Estados Unidos llevaba a dos directivos de Rolls-Royce, quienes estaban muertos de hambre tras una dura jornada en la muestra. Buscaba un restaurante donde saciar el hambre cuando uno de los directivos me indicó: ‘Me apetece una hamburguesa’. Así que ni corto ni perezoso metí el Rolls-Royce Ghost en ¡un McAuto! La empleada de McDonald’s se quedó alucinada cuando me entregó las hamburguesas que, por cierto, se comieron en el coche”, señala entre risas.

Cómo tiene que ser el chófer de Rolls-Royce

Para una marca de lujo como Rolls-Royce, la apariencia lo es todo. Por este motivo, el chófer de Rolls-Royce tiene que saber cómo manejar el automóvil en todo tipo de situaciones y tiene que cumplir un estricto código de conducta y vestimenta. Y ese código de etiqueta comienza incluso antes de que el chófer se siente detrás del volante, pues la apariencia del mismo puede tener un impacto positivo pero también negativo en el nivel de confianza que inspire a los pasajeros. Por este motivo, el chófer de Rolls-Royce tiene que ir ataviado con traje negro, corbata con nudo Windsor y que combine con el cinturón, zapatos de cuero bien lustrados y con una suela de piel que permita al conductor sentir con precisión lo que ocurre bajo las ruedas y al mismo tiempo no chirríe al pisar.

chofer rolls royce

La discreción es un mandamiento de primera categoría para un chófer de Rolls-Royce; de hecho, según los responsables de la marca británica, el mejor chófer es aquel que pasa inadvertido. Tal y como explica Andi McCann, “el elemento más ruidoso en el coche debería ser el sistema de climatización”.

Los 10 mandamientos de todo chófer de Rolls-Royce

1. Planificación: Antes de que comience el trayecto, el chófer de Rolls-Royce ha de planificar y anticiparse incluso a los posibles obstáculos que pueda encontrarse, como, por ejemplo, obras en la calzada.

2. Puntualidad: El chófer ha de presentarse siempre tres minutos antes, ni uno más ni uno menos, pues si llegara antes, el pasajero podría sentirse apurado, y si llega en el momento justo, el pasajero podría pensar que el chófer no es puntual.

3. Simetría: Antes de que los pasajeros entren en el vehículo, todo ha de estar dispuesto de forma simétrica, incluidas la posición de las ruedas directrices y las salidas del aire acondicionado.

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

4. Equipaje: El chófer ha de asegurarse que el pasajero está presente durante el proceso de carga del equipaje en el maletero, de modo que se garantice que no se olvida nada y minimice al mismo tiempo el riesgo de un robo. El chófer nunca arrastrará las maletas, incluso cuando éstas dispongan de ruedas, con el fin de evitar que se manchen o se llenen de polvo. Una vez esté cargado el equipaje, el chófer abrirá la puerta a los pasajeros.

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

5. Urbanidad: El chófer de Rolls-Royce siempre ha tener presente los buenos modos, por lo que debe recordar que las damas entran en el vehículo antes que los caballeros. Si sólo hay un pasajero, éste irá sentado en el asiento trasero opuesto al del conductor.

6. Respeto: Para rendir pleitesía al espíritu del éxtasis (emblema de Rolls-Royce), el chófer siempre caminará por la parte trasera del vehículo, nunca por delante.

7. Conocimiento: Con el fin de ofrecer a los pasajeros todo aquello que deseen durante el trayecto, el chófer ha de acondicionar el coche con las bebidas y aperitivos favoritos del cliente. Además, el sistema de climatización ha de estar ajustado a una temperatura agradable para que cuando entre el pasajero lo encuentre a su gusto.

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

8. Privacidad: Una vez esté sentado el pasaje, el chófer de Rolls-Royce se dirigirá a los pasajeros para preguntarles acerca de sus gustos musicales –en el caso de que quiera escuchar música–, les informará sobre la duración del trayecto y el parte meteorológico en destino. Si el pasajero inicia una conversación con el chófer mientras éste conduce, mantendrá contacto visual mediante el espejo retrovisor interior. Una vez que la conversación haya finalizado, el chófer bajará el espejo retrovisor interior para evitar el contacto visual y garantizar la privacidad de los pasajeros. Y esta privacidad no puede ser interrumpida por ruidos innecesarios, de modo que el chófer activará la palanca del intermitente en el momento justo en que cambie de dirección.

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

9. Naturalidad: Existen estándares en cuanto a la posición del asiento y cómo agarrar el volante con el objetivo de que lleve el coche de forma natural, con suavidad ya sea al acelerar o al frenar.

10. Paraguas: Ya esté lloviendo o brille el sol, siempre tiene que haber preparado un paraguas para garantizar la salida de los pasajeros con total privacidad. En este sentido, el chófer abrirá la puerta y un paraguas para proteger al pasajero de ojos curiosos.

Los diez mandamientos del chófer de Rolls-Royce

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.