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Cara a cara: Mercedes Clase C Coupé vs BMW Serie 4 Coupé

Tan iguales, tan distintos. El Clase C Coupé conquista, al menos por diseño. Lo comparamos al BMW Serie 4 Coupé, ¿cuál de estas dos berlinas deportivas es mejor?

Que dos hagan lo mismo, no significa para nada que sean iguales. Esto vale para colegas, políticos, o coches como los que vamos a presentar en este cara a cara entre el Mercedes Clase C Coupé y el BMW Serie 4 Coupé. Y es que vamos a analizar dos coupés de la clase media-alta capaces de ofrecer infinidad de horas de pura diversión.

Mira este vídeo del Mercedes Clase C Coupé en movimiento

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Para ser más concretos, el Mercedes C 300 Coupé, un modelo totalmente nuevo, se enfrenta al exitoso BMW 428i Coupé, que ya debutó en 2013 en el Salón del Automóvil de Detroit. A estos dos vehículos les une que llevan mecánicas de dos litros con cuatro cilindros turboalimentadas y entregan 245 CV al eje trasero. Una potencia que se distribuye a través de sendos cambios automáticos. En el Mercedes con siete velocidades, en el BMW uno deportivo de ocho que cuesta 2.787 euros extra (ya incluidos en el precio que te mostramos). Con el cambio automático, los dos parten de un precio parecido, en torno a los 48.000 euros. Muchas similitudes, si bien nuestro test saca a relucir sus diferencias.

Esto ofrecen: el Mercedes opta por el espectáculo

El clásico estilo coupé realza las llamativas formas del Mercedes C 300 Coupé. Esto tiene su contrapartida a efectos prácticos, ya que dificulta mucho el acceso a las estrechas plazas traseras, merma la visibilidad posterior por la pequeña luneta (te recomiendo montar la cámara trasera para ayudarte en tareas de aparcamiento, que te costará 553 euros en este y 497 en el BMW) y la elevada boca de carga te dificultará las compras navideñas.

A cambio, el conductor encontrará unos asientos cómodos y un ambiente muy refinado. Tanto que, a su lado, los acabados del BMW se nos antojan algo sencillos. Pero a su favor tiene el iDrive y su siempre intuitivo manejo, que nos parece todo un acierto. 

Ambos con aptitudes deportivas

En equipamiento de seguridad, ambos cuidan al pasaje al máximo nivel. Pero el Mercedes lo hace un poco mejor y ofrece airbags de rodillas para el conductor y capó activo para la protección de los peatones, mientras que el BMW no. Además, el de la estrella también ofrece luces LED, mientras que el 428i coupé continúa ofreciendo faros de xenón de serie. 

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El Mercedes es algo más espectacular: su dos litros tiene un bramido imponente. Por contra, el sonido de la mecánica del BMW es más contenido. Eso sí: la entrega de potencia del bávaro es más espontánea y decidida. Esto se lo debe a un cambio automático de ocho velocidades con un funcionamiento que raya la perfección, que inserta tan rápido y bien que a veces parece anticiparse a los deseos del conductor. 

El cambio de siete relaciones del Mercedes es algo más perezoso en las inserciones, también menos fluido, y el turbo tiene menos querencia por subir de vueltas. Si en el C 300 la aguja claudica en las 6.200 vueltas, en su rival no ceja hasta casi las 7.000. Si bien esto apenas marca diferencias en las prestaciones puras, lo cierto es que la sensación al volante es que el BMW tiene una respuesta bastante más viva y contundente. 

En carretera, el Mercedes sorprende con una gran eficacia y un confort (gracias a la su spensión neumática opcional por 1.646 euros) a muy alto nivel, algo que ya no nos resulta nada extraño. Con todo, en una conducción rápida, el BMW Serie 4 Coupé filtra mejor las juntas que se va encontrando en la carretera. 

La contrapartida la ofrece, sin embargo, en ciudad, y es que sobre asfalto adoquinado rebota bastante más que su rival. Segunda sorpresa, y de las grandes: la dirección del Mercedes es más precisa. Y es que el BMW, en recta, requiere ir realizando leves correcciones con el volante constantemente. La dirección del C 300, más firme y comunicativa, nos ha convencido definitivamente.

Esto cuestan: las versiones coupé siempre son más caras

Con la dotación extra de las unidades de prueba, ambos se ponen en 54.000 euros, si bien las opciones del Mercedes son, en general, más caras y los intervalos de mantenimiento, de solo un año. Y los dos decepcionan mucho con solo dos años de garantía. En esto sí que coinciden ambos: porque es algo injustificable. 

Conclusión

Ambos coches son buenos, pero... Al final, tanto Mercedes como BMW ofrecen todo lo que se le puede pedir a un coupé de esta categoría. Son bonitos y dinámicos. Pero gana el bávaro, porque es algo más práctico en su uso en el día a día. 

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