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Cara a cara: BMW X1 vs Audi Q3

Más alto, ancho y polivalente que su antecesor, el BMW X1 aumenta su atractivo y usabilidad diaria. ¿Cómo responde ante un cara a cara contra el Audi Q3?

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BMW ha roto con algunos de sus tradicionales tabúes y la verdad es que la medida ha tenido éxito. Da igual que ahora comercialice un monovolumen, modelos de tracción delantera o con tres cilindros. Solo el Active Tourer ha colocado en el mercado, desde septiembre de 2014, más de 55.000 ejemplares. Con un técnica similar, la marca lanza ahora el nuevo X1, que comparte elementos y que, si bien sigue siendo el más pequeño de la gama X, aspira a medirse con SUV más grandes. La pegunta es obvia: ¿Cuánto permanece dentro del nuevo modelo del espíritu BMW? Por eso, para nuestra primera prueba no existe mejor rival que el equilibrado Audi Q3: este es el cara a cara del BMW X1 contra el Audi Q3.

El primer chequeo estético absuelve al X1 de cualquier crítica pasada. Los anchos riñones de la parrilla le dan presencia indiscutible al frontal, los pronunciados pasos de rueda y sus musculados laterales realzan su espíritu deportivo, a la par que lo dotan de una estampa inequívocamente SUV. Su compacta y vertical zaga, con la línea de la ventanilla elevada, aporta personalidad a la par que un familiar aire de marca, y lo diferencia radicalmente de la trasera con aspiraciones coupé del Q3. La estampa del BMW lo deja claro: también es un coche práctico, no solo una cara bonita.

Cara a cara del BMW X1 contra el Audi Q3. Interior renovado

Esto también vale para el interior, que destierra las estrecheces y la austeridad el modelo anterior. Los lacados y los revestimientos de aluminio mate se encargan de otorgarle un aspecto mucho más ‘premium’. Aunque tiene unos ajustes sólidos y a buen nivel, el Audi sigue dando una lección en este apartado. 

Otra cosa es cuando hablamos de los mandos y botones del interior. Con el iDrive, esa rueda multicontrol, BMW sigue estando un paso por delante. También en otros detalles como los mandos del climatizador de la consola central, situados en una posición elevada para que queden muy a mano. 

A partir de la segunda fila de asientos, los dos modelos son como la noche y el día. Mientras los adultos sentirán la pequeña compuerta del delgado respaldo del Audi, además de algunas estrecheces, gracias a la banqueta deslizable del BMW opcional siempre existe un espacio desahogado para las piernas. También los desarrolladores le han echado creatividad a la hora de concebir el maletero, con doble superficie, ausencia de zona inferior de boca de carga o respaldos traseros que se abaten de forma eléctrica. Con un máximo de 1.550 litros (opcionalmente, el respaldo del copiloto también se puede inclinar hasta quedarse plano), el X1 tiene espacio de sobra para irse de vacaciones con todo el equipaje. 

Cara a cara del BMW X1 contra el Audi Q3. Ahora, más práctico

Un momento: ¿Carga? ¿Practicidad? ¿Estamos hablando de un BMW? Aprieto el botón de arranque, y despiertan los 231 CV del 25i, que en este caso monta el cambio automático de ocho velocidades y tracción integral. Un dúo muy refinado que no sabe de pereza, ya que impulsa con ímpetu inusitado a este X1 al salir de los semáforos, y le permiten llegar sin despeinarse a los 235 km/h de velocidad máxima. Cualquier conductor habitual se sorprenderá de que una de las flaquezas habituales del Serie 3, como es la respuesta en línea recta, haya quedado solucionada en este modelo. Este SUV mantiene la trayectoria con precisión y aplomo, y deleita con un comportamiento cómodo, que incluso en el modo Sport de su chasis adaptativo y con las llantas de 18 pulgadas de nuestra unidad de pruebas tiene más reservas de confort que el Audi Q3, con un tarado más rígido y recorridos de suspensión más cortos.

Cara a cara del BMW X1 contra el Audi Q3. Más confort

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Por otro lado, esto anima a practicar una conducción decidida en el SUV de Ingolstadt. Apoyado en un dos litros con mucho empuje, su carrocería se inclina aún menos que la del bávaro en tramos de curvas, y transmite la sensación de que tiene los límites aún más lejos. Por otro lado, la postura del conductor es demasiado elevada para realizar una conducción deportiva, y el cambio automático de siete velocidades da algunos tirones cuando se le exprime a fondo. En estas lides, el convertidor de par del BMW lo hace bastante mejor. 

En cualquier caso, consideramos que la variante 18d del X1, con motor diésel de 150 CV, es mucho más lógica. Cuesta 32.400 euros, frente a los 31.790 de los que parte el Audi Q3 equivalente, el 2.0 TDI de 150 CV.

Cara a cara del BMW X1 contra el Audi Q3. Conclusión

El nuevo X1 es sorprendentemente práctico: espacioso, flexible, y con una suspensión equilibrada. Lo hace todo mejor que su antecesor e incluso logra que el Q3 se vea algo anticuado. Con este SUV, BMW logra tal equilibrio que incluso será una opción para los compradores habituales del Tiguan… Siempre que no se tenga muy en cuenta la diferencia de precio, claro. 

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