Logo Autobild.es

Cara a cara: Audi A3 Sportback vs Mercedes Clase A

En esta prueba desmontamos el mito de que un tres cilindros no es refinado. Es el cara a cara del Audi A3 Sportback vs Mercedes Clase A, el primero con este tipo de motor, el segundo con bloque de cuatro cilindros. Dos rivales en la categoría premium de los compactos de cinco puertas. ¿Cuál se pone por delante?

La pregunta es clara: ¿Puede un coche de una marca 'premium' seguir siendo 'premium' con un motor de tres cilindros? Lo vamos a comprobar al volante del Audi A3 Sportback con esta pequeña mecánica bajo el capó. Y lo enfrentamos, además, a uno de sus principales rivales. Cara a cara: Audi A3 Sportback vs Mercedes Clase A.

Hablamos del motor TFSI de 110 CV con turbo. Y lo cierto es que, quitando la arrancada, el sonio de este motor no desmerece. Su configuración de construcción ligera, elevada presión de la inyección y compacto sistema de emisiones ya nos había conquistado en el Golf. Y lo cierto es que en el Sportback de cinco puertas responde con una conseguida suavidad de marcha y un sonido más que decente, que incluso pisando a fondo llega a recordar a un bóxer de Porsche... Reducido a la mitad, claro.

El recién lavado de cara de este modelo no era tan necesario si nos atenemos a su sólida carrocería, su excelente acabado y su generosa oferta de espacio. La novedad está en los detalle: ahora puede llevar la cara instrumentación digital opcional, y son de serie los faros de xenón, por ejemplo. 

Pasemos al Mercedes Clase A con su motor más pequeño, un cuatro cilindros de 1,6 litros con turbo, que rinde 122 CV. Su mayor potencia se nota enseguida en las prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, esto es, casi dos antes que el Audi. Y cambio no consume mucho más: 6,6 litros hemos medido a los 100 kilómetros, y 6,2 en su rival.

Por dentro no está tan logrado como el Audi: la visibilidad hacia atrás es mínima, igual que el espacio en la segunda fila y para acceder al interior vendrían bien una cuantas clases de yoga. ¿Maletero? Aquí eso es secundario.

En nuestro coche de pruebas encontramos de nuevo los asientos deportivos, muy vistosos pero con unos reposacabezas que merman la visibilidad y presionan la nuca hacia delante. Tampoco es afortunada la elección de las llantas de 16 pulgadas con los amortiguadores regulables. El eje delantero va muy poco filtrado al pasar, por ejemplo, por ranuras en el asfalto, incluso en el modo Confort.

Audi hace esto mejor, sin necesidad de recurrir a un chasis ajustable y solo confiando en su equilibrado tarado. Las ruedas de 17 pulgadas opcionales de nuestra unidad de pruebas cuestan algo de confort, pero con todo el Audi, que pesa 129 kilos menos que su rival, se mueve con más agilidad por curvas. Y gracias a su perfil más ancho, frena con ,más eficacia. 

Pero su comportamiento se ve desgraciadamente eclipsado en ciudad, en caso de que lleve montado el cambio S tronic: al parar en un semáforo y activarse el Start Stop parece que se quedara dormido, le cuesta un mundo reaccionar en las arrancadas y además pega un molesto tirón. Una pena en un producto que podría ser redondo...

Por cierto, ¿buscas un compacto que se ajuste a ti? Entra en nuestro recomendador y lo encontrarás rápidamente...

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.