Bentley Grand Convertible, una obra de arte hecha a mano

El Bentley Grand Convertible es uno de esos coches que hay que mirar y admirar despacio, detalle a detalle, para apreciar el esmero con que sus creadores han puesto cada pieza. Es un obra de arte hecha a mano.

Con permiso del Mulsanne Speed, el Grand Convertible será la estrella del espacio que Bentley tiene reservado para el Salón de Los Ángeles 2014. Y no es para menos. La carrocería luce impecable en 'Sequin Blue' (un color único que la marca británica ha creado a partir de una lentejuela del vestido de una clienta) combinado con el 'plateado líquido' en el capó y el arco del parabrisas.

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Sobre el azul, resaltan también las llantas direccionales (no intercambiables de derecha a izquierda), sometidas a un proceso especial de pulido para que tengan un extra de brillo.

En el interior, han utilizado 14 pieles curtidas que se mezclan para dar forma a un tapizado acolchado y decorado en forma de rombos e hilo del mismo color para los renates de las molduras.

El techo del Bentley Grand Convertible es escamoteable de lona. Según la propia Bentley es el enchapado de una solo pieza más grande de cuantos ha hecho hasta el momento. Como buena parte del coche, está fabricada a mano y rematada en acero.

Bajo el capó plateado, el nuevo Bentley esconde el mimso motor V8 de 6,75 litros biturbo que emplea la versión más poderosa del Mulsanne, con 530 CV y un par motor de 1.100 Nm.

Aquí puedes ver nuestra galería del Salón de Los Ángeles 2014 en imágenes.