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Audi S5 Sportback vs. BMW 435i Gran Coupé

Dos coches que combinan la practicidad de una berlina con la deportividad de un coupé, concebidos para disfrutar al volante. ¿Con cuál te quedarías? Te ayudamos a decidirte.

Motorizaciones comparadas:

No regalan nada, de hecho hay que rascarse mucho el bolsillo para hacerse con uno de estos dos modelos. Eso sí, a cambio ofrecen lo que prometen: son dos berlinas dinámicas enfocadas a que disfrutes al máximo al volante. Esta es la comparativa del Audi S5 Sportback  y el BMW 435i Gran Coupé.

Los estrategas de marketing han dado en el clavo: de las líneas de una berlina clásica evolucionar a atractivos coupés, sin renunciar a la comodidad de las cuatro puertas. El Audi S5 Sportback  puede deportivizarse aún más pagando un extra por un diferencial para el eje trasero, que reparte la fuerza entre las ruedas posteriores en función de la necesidad. Con este elemento, el Audi gira aún más decidido y en curvas rápidas mantiene la trayectoria con absoluta fidelidad. Solo balancea un poco si entras demasiado fuerte en curvas muy cerradas, en las que sus 1,8 toneladas deslizan levemente sobre las ruedas delanteras, aunque es fácilmente corregible. Cuando se trata de rodar rápido en rectas (hemos tenido la posibilidad de exprimirlo en el carril izquierdo de una autovía alemana sin límite de velocidad) la respuesta es intachable.

Berlinas con prestaciones de superdeportivo

El Audi S5 Sportback  con tracción integral pasa de 0 a 100 km/h en solo 5,1 segundos, a los 19,7 ya vas a 200 km/h y encuentra su cénit a 250 km/h, marca en la que está limitado electrónicamente. Lo que no está tan conseguido es la acústica. A bajas vueltas, desde dentro suena demasiado burgués, demasiado tranquilo. Para que te hagas una idea: los diseñadores de sonido han puesto más el foco en los ocupantes que en los peatones. Debajo del capó, trabaja un 3,0 litros V6 con compresor, que rinde 333 CV de potencia y 440 Nm de par a 2.900 vueltas.

La pantalla del navegador va situada más baja que en el BMW 435i Gran Coupé, y es menos ancha, pero en general sus acabados rayan la excelencia y no hay nada reprochable: materiales de primer nivel, ajustes milimétricos y una sensación de solidez general difícilmente igualable. En cuanto al exterior, puede realzar aún más su espectacular figura: pagando un extra, puedes optar a una pintura personalizada, y los faros de xenón son de serie.

El BMW 435i Gran Coupé no le va a la zaga. En modo Sport, contiene muy bien el balanceo y gracias a su propulsión trasera entra con precisión en la curvas, por muy cerradas que sean. En Sport Plus puedes jugar fácilmente con la zaga a golpe de gas, siempre con un elevado margen de seguridad. Queda claro que son sus 1,6 toneladas no es precisamente un peso ligero, aunque tiene que soportar menos masa que su contrincante gracias, en parte, a que prescinde de tracción integral. Sin embargo, tienes que tomar nota de una cosa: es un coche grande y pesado, de manera que no está concebido para devorar curvas, aunque no cabe duda de que su tenemos en cuenta su volumen, se desenvuelve muy bien en carreteras de montaña. Las preciosas llantas M de 19 pulgadas son opcionales.

Los dos tienen frenos potentes

Para conducir rápido (y estos dos modelos lo piden a gritos) son imprescindibles unos buenos frenos. El Audi S5 Sportback pasa de 100 km/h a 0 en 34,3 metros, el BMW 435i Gran Coupé necesita 1,3 metros más. El interior de BMW tiene ajustes de calidad y también transmite solidez, pero muchos plásticos no están a la altura de los del Audi. En general, el ambiente que te rodea es más sobrio. Típico de BMW. En lo que sí supera a su contrincante es en la pantalla del navegador, más grande y mejor situada. Todo un acierto.

Bajo el capó, el BMW 435i Gran Coupé aloja un tres litros, y precisamente en su cubicaje es en lo único en lo que coinciden los dos motores. BMW juega la baza del refinamiento con la impecable respuesta de sus seis cilindros en línea con turbocompresor. La mecánica rinde 306 CV y 400 Nm preparados para atacar ya desde las 1.200 vueltas.

Aunque el motor del BMW no tiene una reacción tan contundente al pedal del acelerador como el V6 del Audi, lo cierto es que en prestaciones absolutas da la talla: solo pierde dos décimas respecto a su contrincante en el 0 a 100 km/h, y llega antes a los 200 km/h. Aunque tiene 40 Nm menos, entran en acción antes, y eso juega a su favor. 

Conclusión 

La decisión entre un Audi S5 Sportback o un BMW 435i Gran Coupé no es fácil. Cada motor tiene su personalidad, tan vez el del Audi con una respuesta menos refinada, pero en diversión y emoción están a la par. Al final, gana el BMW por muy poco, gracias a un precio considerablemente menor.

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