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Prueba Audi S1: bueno, divertido... y caro

El Audi S1 tiene el motor del VW Golf R con 231 CV y un comportamiento muy deportivo que no olvida el confort de marcha. Solo un precio elevado, 34.200 euros, ensombrece el conjunto. Tras la toma de contacto, aquí tienes la prueba del S1

La cita es en Östersund, en Suecia. El termómetro marca -3 grados y las nubes de la mañana han dejado una blanca alfombra de nieve sobre el asfalto. No son las mejores condiciones para probar un coche de 231 CV. Pero para bien o para mal, ese es el reto que nos ha propuesto la marca de los aros, y su nuevo Audi S1 me está esperando (todos los precios del Audi S1) para esta primera toma de contacto que más abajo te completa mi compañero Luis I. Guisado con la prueba del nuevo Audi S1.

Recientemente presentado en el Salón de Ginebra 2014, tiene la difícil tarea de convencerme de que es perfectamente capaz de trasladar toda su caballería al suelo gracias a su tracción integral permanente quattro. Para integrar todos los elementos de este sistema en una carrocería que solo mide 3,97 metros de longitud, Audi ha dispuesto el diferencial del eje trasero en el espacio que ocupa la rueda de repuesto. El depósito también ha sido modificado aunque ofrece la misma capacidad de 45 litros

Gran aliado para superficies deslizantes: quattro

El funcionamiento del embrague multidisco es sencillo: la electrónica se encarga de detectar cuando se da una pérdida de adherencia en una de las ruedas. Luego es capaz de reaccionar al instante y mandar más fuerza al eje que tiene más tracción. El bloqueo transversal electrónico, que incorpora también ayuda a que la eficacia sea aún mayor (es una función del control de estabilidad).

Y una vez explicado cómo es el sistema que debe sacarme de cualquier aprieto en hielo, es momento de pasar a la acción. Me subo al nuevo Audi S1, quito todos los controles y me lanzo a una pista dibujada sobre un lago helado muy cerca de la ciudad de Are. Ahora son mis manos y el pie derecho los que velarán por mantener la trayectoria. Unos neumáticos con clavos son mis mejores aliados.

Me dan el OK y meto primera acelerando a fondo. Tras unas primeras dudas generadas en la zaga, el Audi S1 sale parapetado hacia adelante. Gano velocidad con una facilidad pasmosa donde otros se habrían quedado. Lo tengo claro: a partir de ciertos niveles de potencia, contar con una tracción integral es garantía de máximo agarre y eficacia. Y eso es lo que siento en todo momento en este Audi. La sensación es de mucha adherencia y tracción en situaciones extremas como esta.

De todas formas, aún así, jugar a ser Walter Röhrl tiene sus complicaciones, porque el hielo no perdona las inercias y si te pasas con el gas en las rectas, vas a tener trabajo extra que dosificar en las curvas. El pequeño S1 derrapa más de la cuenta y me voy hacia el exterior de la curva. Y ahí el principal trabajo es el de los neumáticos que no saben cómo contener mis excesos.

¿Y el motor? El Audi S1 es el utilitario más potente

Luego, una vez que más o menos sales con el morro dentro de la pista, dar gas es un acto de diversión y control absoluto. La entraga de potencia de este 2.0 TFSi de 231 CV es contundente y a la vez tan progresiva que te permite dosificarla bastante bien con el acelerador. El turbo es capaz de soplar a 1,4 bares de presión y posee una vávula de descarga de accionamiento eléctrico.

Pero quizá lo más sorprendente sea su inyección doble, que cuenta con inyección indirecta para cargas bajas (baja demanda de acelerción) y que se complementa con la inyección directa, más eficaz y decisiva a altas revoluciones. El sonido cambia a partir de las 4.000 vueltas gracias a una válvula en el escape que, en función del régimen, se abre para que el bramido del motor llegue más nítidamente al habitáculo.

Cambia el carácter del S1

Otra características del Audi S1 es el Audi drive select que viene de serie. El sistema te permite ajustar la respuesta del motor mediante la selección de los modos efficiency, auto y dynamic. Por su parte, el control de estabilidad ofrece un modo deportivo que garantiza una mayor agilidad del S1 con menores intervenciones de la electrónica. Por supuesto, se puede desconectar completamente para dejar en tus manos el comportamiento del coche.

Tras unas vueltas en el lago helado de absoluta diversión, por fin voy cogiéndole el truco para jugar con las inercias y entrar bien en los giros más cerrados. Justo ahí es cuando se acaba mi turno. Bueno, no ha estado mal... La próxima vez que me las vea con el nuevo Audi S1 será seguramente en asfalo seco, pero una cosa tengo clara: será igual de divertido.

Antes de meterte con la prueba del nuevo Audi S1, te dejo un vídeo de su presentación en el Salón de Ginebra:

Prueba del nuevo Audi S1 por Luis I. Guisado

El Audi S1 no llega a cuatro metros, pero en esta pequeña carrocería de dos puertas cabe tanta diversión de conducción que, si se pudiera materializar, necesitarías un camión de 11 metros de largo para guardarla.

 

Todavía con el recuerdo del Audi A1 quattro de 256 CV que pude probar hace ya más de un año (te dejo un vídeo del A1 quattro con el piloto del DTM Timo Scheider al volante), bajo al garaje con la ilusión de saber que voy a analizar uno de los deportivos más molones del mercado. Visto desde fuera, se diferencia poco de, pongamos, un Audi A1 TDI 90 con paquete S-Line, si no fuera por los ‘tubarros’ de escape y por la chapita S1 de la calandra. También por algunos detalles que solo el ojo más entrenado sabrá apreciar.

 

¿Es eso un fallo? en el nuevo S1, depende. Desde luego, a quien no le guste llamar demasiado la atención le parecerá ideal. Gustos estéticos aparte, el Audi S1 lleva un trabajo intenso. La suspensión trasera del Audi S1 es independiente (en lugar del eje de torsión del resto de la gama) tomado del Audi TTS. Además, es el único Audi A1 que cuenta con tracción integral.

 

El Haldex del Audi S1 (reparto 90/10) trabaja con suavidad y solo notas que entra en acción si vas muy atento. Junto con el XDS, que simula un autoblocante y funciona en los dos ejes, te permite pasar tan rápido por las curvas que te llegas a plantear si eres un fiera del volante. Pero te aseguro que es el coche quien se encarga de cuidarte.

 

Sin ser un modelo radical, es muy ágil y deportivo, algo que encuentro acertado: para empezar, el comportamiento es menos crítico (hay que tener en cuenta que su batalla es de 2,46 metros) y además puedes ir a cualquier sitio sin arrepentirte gracias al Audi Drive Select y su suspensión regulable. Así, si te apetece disfrutar en una carretera de curvas, podrás ir de una a otra sin sufrir balanceos o cabeceos, trazar con seguridad y salir disparado al próximo giro gracias a un cuatro cilindros explosivo que solo tiene una zona buena: ¡la que va desde el ralentí hasta el corte!

 

Además, el nuevo Audi S1 añade algo que me gusta: ¡su cambio es manual! Su funcionamiento está bien, aunque quizá me esperaba un tacto algo más deportivo. En cuanto al escalonamiento, las cinco primeras marchas son cortas, por lo que a 50 km/h vas en tercera a 2.500 rpm, a 100 en quinta a 2.900 y la sexta es comparativamente más larga: a 120, el cuatro cilindros gira a unas 2.800 vueltas.

 

Y si utilizas el S1 para ir a trabajar, no te preocupes: la suspensión en modo confort es más que aceptable, no te saldrán agujetas de pisar el embrague... y tampoco de sacar la tarjeta para pagar en la gasolinera: con 7,6 l/100 km, su consumo no es como para escandalizarse.

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El Audi S1 tiene el motor del VW Golf R con 231 CV y un comportamiento muy deportivo que no olvida el confort de marcha. Solo un precio elevado, 34.200 euros,

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