Audi Q3 2.0 TFSI, ¿tamaño ideal?

El Audi Q3 2.0 TFSI es uno de los coches que, actualmente, más 'pone' a la gente. Está de moda, nadie lo tiene, gira cabezas a su paso y goza de la exclusividad que un Q5 ha perdido. Y eso que ha coincidido en su lanzamiento con otro gran objeto de deseo, el nuevo Range Rover Evoque. ¿Cuál es más 'chic', bonito y exclusivo? Eso ya lo decidimos en esta comparativa entre Audi Q3, BMW X1 y Range Rover Evoque. Resuelta entonces la batalla de los pequeños SUV en favor del Audi Q3, queda una segunda interrogante por despejar: ¿interesa más que un Q5? ¿Caben cinco jugadores de baloncesto dentro?

Primero te mostraré los fríos datos de sus fichas técnicas. El hermano mayor lleva dando guerra desde 2009, cuando apareció con sus 4,62 metros de longitud, sus 1,83 m de alto y un maletero de 540 litros. Frente a él, este Audi Q3 2.0 TFSI (vídeo de los jugadores del Estudiantes subiéndose a un Audi Q3) desciende un escalón y mide 4,38 metros con 460 litros de maletero. La diferencia no es pequeña, pero ¿eso se nota en el día a día?. Te pondré ahora dos ejemplos muy cotidianos. ¿Necesitas llevar a tres adultos en las plazas traseras? Entonces olvida el Q3 2.0 TFSI, porque el pasajero del centro va muy justito. En cambio, la cota de altura es mejor y si tienes que montar dos sillitas de bebé (algo a lo que muchos Q3 se verán exigidos con frecuencia) no hay problema ninguno. Y no te dejes engatusar por la diferencia inicial de maletero. Cierto que el Audi Q5 es más grande, pero las regulares formas del Q3 igualan su polivalencia y, encima, con los asientos abatidos son muy similares. Y, puestos a pedir mejoras,  el acceso a las plazas traseras es incómodo por la estrechez de la puerta y por el escalón que deja la carrocería. 

¿Cambia mucho el comportamiento del Audi Q3 2.0 TFSI frente a un Q5? Pues más de lo que esperaba. Entre una dirección más rápida, un centro de gravedad  más bajo y una suspensión más firme, la sensación en curva es de compacto más que de SUV. No llega a la eficacia de un Audi A3, pero tampoco te 'tumbas' en una rotonda como te pasa con el Q5 si entras a ritmo vivo. En cambio, en confort sí me parece mejor el Q5, sobre todo en carreteras rotas donde el Q3 resulta algo rebotón en el eje trasero.

Nueva comparación: el peso. El SUV de moda rinde en báscula 260 kilos menos que su rival familiar y eso se nota, aunque ninguno se siente pesado gracias al empleo del aluminio que caracteriza a Audi desde hace tiempo al construir la carrocería. Por eso, los 211 CV del Audi Q3 2.0 TFSI son más que suficientes para moverlo. Un motor muy conocido, con la tecnología de inyección directa gasolina unida a un turbo y marcado por su silenciosa y suave respuesta. No te pega al asiento nunca, pero estira con limpieza y se hace agradable de llevar. ¿Lo mejor? La progresiva entrega del par máximo, que está disponible entre 1.800 y 4.900 vueltas y facilita mucho los adelantamientos.

Lo malo es el consumo, que nunca baja de nueve litros en su gasto medio. Tampoco es barato, porque este Q3 2.0 TFSI te sale por 42.470 euros, mientras un 2.0 TDI de 140 CV parte de 29.900 euros. Lástima que Audi haya diseñado un equipamiento tan justo como el espacio en un avión de Ryanair. Por ejemplo, son opcionales las luces de xenón o las levas del volante.