¿Fabricar Jeeps en Europa?

Si a un cliente de la mara de toda la vida le hubieras dicho hace 10 años que se iban a fabricar Jeeps en Europa, te habría mandado a paseo. Quizá, hubiera sido peor de haber concretado diciendo que se iban a hacer en una apartada región del sur de Italia, sin embargo, el globalizado mundo del automóvil tiene estas cosas. Tras la fusión entre los grupos Fiat y Chrysler pasaron unos años en los que las marcas Fiat y Lancia renombraron modelos americanos para el mercado europeo, todo hay que decirlo, sin demasiado tino.

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Había que mantener la capacidad productiva de las plantas de EEUU a toda costa, además de ganar tiempo para planear una estrategia de fabricación y producto coherente a nivel global. Esto, llevará a que en el próximo año se produzca una especie de resurrección de Lancia y una clara reconducción de Alfa Romeo, ambas por fin convertidas en marcas de nicho, pero mira tú por dónde, la marca que por ahora parece más beneficiada de la fusión por ahora resulta que es Jeep. La fábrica del Jeep Renegade, en todo caso, es un ejemplo de que la integración del grupo va por buen camino.

De Melfi, la fábrica europea de Jeep, sita en la región de Campania, salen no solo el Jeep Renegade, sino también el Fiat Grande Punto y el Fiat 500X. Levantada en 1993 y especializada en el segmento B, también ha sido la madre que alumbró en su día al Fiat Punto, Lancia Ypsilon o el Fiat Punto Evo, entre otros. Tras una inversión cercana a los mil millones de euros para convertirla en la más avanzada del grupo hace tres años, ahora los italianos de talla media comparten línea con el Jeep más pequeño desde el Willys original. Quizá por eso Dante Zilli, jefe de producto de Jeep para la región EMEA (Europa, África y América del Sur) afirma sobre el cambio de la firma: “no ha habido ningún cambio de filosofía, sino una vuelta a las raíces”.

Lo que sí se ha empezado a hacer en Jeep ya dentro del paraguas del Grupo FCA es una concepción de producto global, que en los próximos años alcanzará a los modelos con más historia en la marca, como el Jeep Wrangler y que ya ha hecho del Cherokee un SUV mucho más del gusto europeo. Bueno, del gusto de cualquiera con gusto mejor dicho. “Jeep, de hecho, no va a abandonar nunca de su esencia, pero vamos a ocupar todo el espacio SUV”, afirma el ejecutivo argentino a quien le gusta remarcar acerca de sus clientes: “el 90% de los conductores de un Jeep hace todoterreno con la mente”.

Durante una pequeña ruta en la jornada previa a la visita de la fábrica italiana de Jeep puedo comprobar que el Renegade, desde luego, puede ser un todoterreno también en la realidad. Sin embargo, lo que más me gusta de este coche es su estilo, que desde luego bebe a chorros de Fiat, pero con algunos detalles Jeep bastante chulos, y por supuesto, su calidad. Cerca de 7.500 diferentes operaciones de montaje y 2.000 piezas lo componen, pero como ya me pasó hace unos años cuando visité la cercana planta de Pomigliano D´Arco, de la que sale el Panda, en Fiat han puesto toda la carne en el asador para erradicar la descuidada imagen que se ganaron en los 80 y los 90.

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La fábrica del Jeep Renegade (10 imágenes)

Los más de 1.200 robots que ‘trabajan’ a lo largo de todo el proceso hacen que el número de operarios, todos con un impecable mono que parece diseñado por Armani, sea más bien reducido en alguna de las cuatro áreas de la fábrica del Jeep Renegade. Sin embargo, FCA ha contratado a uno 2.0xx trabajadores en los últimos dos años de una plantilla total en Melfi de 8.000 efectivos. En 13 meses de trabajo, se han fabricado aquí 149.000 unidades del Jeep Rengade, la mayoría de ellas vendidas en EEUU, donde la marca ha experimentado un crecimiento en el mes de septiembre del 40%, una subida de ventas que en el mercado español se cifra en 296%.

Puede que esto no vaya ha hacer que veas las calles llenas de Jeeps porque la base de la que se partía era exigua pero en toda la región EMEA (África, Europa y América del Sur) la subida acumulada entre enero y octubre de 2015 es del 71%. Y en EEUU, donde el Renegade se comenzó a vender en marzo ya se han entregado 36.000 unidades del primer Jeep fabricado en Europa. Hoy día a lo mejor es demasiado aventurado decir que este puede ser el comienzo de una gran amistad, como habría dicho el personaje de la famosa película, pero desde luego que ya está empezando a ser muy provechosa. Mucho más solida, por lo menos y en mi opinión, de lo que fue la anterior relación con otra marca del viejo continente.