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5 SUV de alto rendimiento que nadie recuerda

Estos 5 SUV de alto rendimiento que nadie recuerda fueron fabricados a finales del siglo XX y durante la década pasada en un segmento que aún no había explotado. Equipados con grandes motores V8 y tecnología derivada de auténticos deportivos, estos vehículos incluso estuvieron firmados por Shelby y Saleen. Ahora han pasado a los libros de historia.

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El segmento de los SUV de alto rendimiento se encuentra en un momento cumbre donde la mayor parte de los fabricantes cuentan con alguna variante que cumple con las especificaciones correspondientes para formar parte de él. Modelos como el Porsche Cayenne Turbo o el BMW X5 M, por nombrar algunos, es de lo que hoy estamos hablando, aunque no son los pioneros del segmento realmente, ya que a finales del siglo XX y durante la década pasada se crearon 5 SUV de alto rendimiento que nadie recuerda y hoy vamos a poner de manifiesto.

En la galería de imágenes encontrarás el primero de ellos, el Ford Explorer XP8 que el preparador Saleen modificó entre 1998 y 2001. Estaba equipado con un V8 de 5.0 litros, que de fábrica era de aspiración natural, pero que Saleen desarrolló con un sobrealimentador, lo que dejaba una potencia total de 290 CV asociados a una transmisión automática de cuatro velocidades. Tan solo se crearon 256 unidades y las primeras 20 estaban reservadas a los empleados del preparador. Por otro lado, se creó una variante Explorer XP6 con un motor V6 que ofrecía solo 210 CV de potencia. Inicialmente se iban a crear diez unidades, pero se confirma que solo existen seis.

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Mientras que el actual Dodge Durango SRT es el tope de gama del SUV de la compañía, entre 1999 y 2000, Shelby firmó un SUV llamado S.P.360 que se basaba en el Durango de la época. Contaba con un V8 Magnum de 5.9 litros que ofrecía 360 CV y 558 Nm de par motor, lo que le permitía pasar de cero a 100 km/h en 7,1 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 230 km/h. Shelby incluso replicó el color azul con rayas blancas del Dodge Viper para el S.P.360.

El Chevrolet Traiblazer SS es el resultado del deseo de Chevrolet de poner las insignias SS a casi todos sus modelos durante la década pasada. Este SUV, fabricado entre 2005 y 2007, contaba con un V8 LS2 heredado del Chevrolet Corvette, un 6.0 litros que ofrecía 390 CV de potencia y le permitía ser uno de los vehículos más rápidos del mercado en ese entonces. Su homónimo fue el Saab 9-7X, un Trailblazer rebautizado en cuya versión Aero encontrábamos el equivalente al SS. Contaba con el mismo propulsor V8 de 6.0 litros del Corvette bajo el capó.

Por último, el Infiniti FX50 fue el único intento de Infiniti por producir un SUV de alto rendimiento. Ofrecía un motor V8 de 5.0 litros que entregaba 390 CV de potencia y 500 Nm de par motor. Lo más curioso es que la compañía desarrolló este motor específicamente para el FX50 y nunca volvió a ser utilizado en otros modelos de Infiniti o Nissan, a excepción del Infiniti QX70 y unos pocos coches de carreras de la serie LMP3 de Le Mans.

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