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40 aniversario del Citroën CX

El Salón de París de 1974 abría sus puertas cuando se presentó el novedoso Citroën CX. Su particular diseño rompió moldes y mantenía el estilo estético atrevido de los Citroën de aquella época. Además, el CX traía consigo novedades técnicas como el motor turbodiésel, la dirección asistida o un bajo nivel de coeficiente aerodinámico. En estas fechas cumple su 40 aniversario. ¡Felicidades!

El Citroën CX es una de esas berlinas que marcaron época. Estilo, prestaciones y una búsqueda de eficiencia novedosa hasta la fecha. Era el año 1974 y la Crisis del Petróleo amenazaba una industria fundamental como la del automóvil. El Salón de París de ese mismo año iba a contar con una berlina como estrella: se presentaba el Citroën CX. Tras el éxito e influencia del Citroën DS, o más conocido como Tiburón, la tarea de sustituirle no iba a ser nada fácil, y ya no solo el estilo debía estar a la altura, las novedades tecnológicas, también.

El Citroën CX medía 4,63 metros de largo. Esta berlina del segmento E destacó en un primer momento por su diseño moderno y atrevido, con ángulos más rectos que su antecesor. Sin duda en la Citroën de aquella época, el diseño era algo fundamental, pero la Crisis del Petróleo de 1973 obligó a los ingenieros a tomar medidas para ahorrar combustible y la primera idea fue la aerodinámica: el Citroen CX tenía una nivel de coeficiente aerodinámico de 0,35cx, algo poco visto hasta la fecha. Tan importante fue este dato, que hasta su nombre llegó de este hecho.

El Citroën CX fue también el primer modelo francés en equipar un motor diésel turbo, aunque la gama contaba con numerosas opciones mecánicas, comenzando su andadura con dos versiones heredadas del Citroen DS, un dos litros con carburador de 102 CV y un 2,2 litros también con carburador y 112 CV. En los próximos años aparecerían nuevas versiones como la más lujosa Pallas, la Prestige, que aumentaba su longitud, o la más deportiva conocida como GTi, que montaba un motor de 168 CV y alcanzaba los 220 km/h.

Pero sin duda su característica más renombrada fue el alto confort de marcha que le otorgaba la suspensión hidroneumática, heredada también del 'Tiburón'. Esta suspensión mantenía la altura constante, evitando el balanceo en curva y mejorando también el comportamiento dinámico. Del Citroën SM heredó la dirección asistida en función de la velocidad y un puesto de conducción futurista donde todos los elementos quedaban a mano del conductor. En 1985 sería el primer vehículo francés que equipaba el sistema de frenos ABS. En definitiva, una berlina que marcó una etapa importantísima en la marca del 'doble chevrón' y que en sus 17 años que estuvo a la venta, vendió cerca de 1,2 millones de ejemplares. Estoy seguro de que más de uno echa en falta berlinas francesas con este nivel de innovación y estilo. ¡Feliz 40 aniversario Citroën CX!

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