Mi compañero es un robot... colaborativo
Especial Toyota
Hace algo más de un año, muchos medios de comunicación se hicieron eco de una noticia: Toyota dejaba de trabajar con robots para contratar personas. Unos aplaudieron la medida, otros temieron que mermara la calidad de sus productos. Los del segundo grupo poco a poco vieron que sus miedos no tenían fundamento. Toyota no solo ha encontrado las claves para construir coches mejores, ha aprendido a hacerlo sin prescindir de las personas.
El 'truco' no es secreto pues cada vez lo comparten más fabricantes: los robots colaborativos. Marcas como BMW, VW, Seat, Peugeot, Citroën y fuera de la industria de automoción Airbus o Boeing también apuestan por este tipo de robots para la fabricación de sus coches.
Para explicarte cómo funcionan nos basaremos en un modelo real: el UR3.
Pesa tres 11 kilos, lo que le permite trabajar en espacios reducidos y en fases en las que, hasta ahora, no podía participar una máquina por sus dimensiones. Además, hasta ahora, muchas de las máquinas que funcionaban (y funcionan) en las fábricas de automóviles tienen que estar encerradas en jaulas por cuestiones de seguridad, algo que no sucede con los robots colaborativos que trabajan 'codo a codo' con los operarios.
Desde Universal Robots, empresa creadora del UR3, cuentan que cuando diseñaron su máquina lo hicieron pensando en pequeñas y medianas empresas y que nunca pensaron que grandes fabricantes de coches llegaran a solicitar sus servicios.
En el siguiente vídeo puedes ver cómo un robot colaborativo pule la pieza de un coche:
Te puede interesar:
Los cinco híbridos usados que menos consumen
Repasamos la historia de los coches híbridos
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.