Renault Laguna frente a Seat Exeo

Seat Exeo (vídeo Seat Exeo) y Renault Laguna. Berlinas de tres volúmenes con 4,5 metros y diseño clásico. Así son estos coches, dos productos orientados a la familia que se compran más por obligación que por pasión.

Quiero adelantarte algo: la clave de este cara a cara está en que el Seat Exeo es un producto basado en un modelo (Audi A4 B7) que se diseñó hace unos once años y se lanzó al mercado en 2004. La respuesta a la pregunta (habitual) sobre si es un buen coche sería un rotundo sí, pero acompañado de un "las necesidades de los clientes han cambiado mucho en los casi diez años de vida de la plataforma B7". Por eso, voy a comenzar hablando de espacio interior y vida a bordo. En este apartado, nuestro compatriota se presenta con un puesto de conducción muy logrado, unos asientos cómodos, el típico tacto alemán y unos acabados muy buenos (los materiales que usaba el A4 eran mejores).

Siempre han utilizado la premisa: "no hagáis el A4 muy grande por dentro, el que quiere más espacio tendrá que comprarse un A6, que es 10.000 euros más caro y así ganaremos más dinero". Así que, como te puedes imaginar, el Seat Exeo flojea en este apartado. Tanto como para que su rival le dé un repaso en cotas interiores: le saca hasta seis centímetros en espacio para las piernas (coge un metro, mide esta distancia y verás que es bastante). Al menos, el Exeo se lleva la alegría de que tiene más espacio libre para la cabeza, gracias a ese centímetro de más que ofrece (la quinta puerta del Renault le obliga a que la zaga comience a inclinarse antes). Algo similar sucede con los maleteros. Al principio, los 460 litros que tiene el español parece que van a ser suficientes para ganar a los 450 del francés.

El Seat se desquita como mejor sabe hacerlo: con un comportamiento superior al de su rival. Contra la versión 4Control (cuatro ruedas directrices) habría sudado, pero al Renault Laguna que he probado se lo merienda como si fuera una magdalena. El Exeo es igual de cómodo, absorbe los baches con bastante naturalidad, la puesta a punto de la suspensión no resulta seca y, sobre todo, ofrece unos niveles de precisión que no puede alcanzar su rival.

En el Exeo no tendrás estos problemas: siempre va por su sitio y no te pone mala cara aunque le pongas en la peor situación. Como se decía antes: "es muy noble de reacciones". Por otro lado, el Laguna tampoco sale muy bien parado en el test de frenada. Lo hace en un cifra discreta (hasta 38,9 metros), pero es que su rival lo consigue en 36,4. Sin duda, esperaba algo más de un coche que se presenta con unos discos ventilados de 296 milímetros (los del Exeo son de 288) y unos pegajosos neumáticos ContiSportContact3. No obstante, ¡enhorabuena! Has ganado.