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Ford S-MAX 2.0 TDCI, Peugeot 5008 2.0 HDi y Renault Grand Scenic 2.0 dCi: espacio para largos viajes

Son grandes, rápidos y cómodos. Los monovolúmenes con potentes motores diésel son los coches ideales para viajar. En esta primera comparativa, el renovado Ford S-MAX se enfrenta a sus dos rivales franceses, auténticos expertos en estas lides.

Motorizaciones comparadas:

Zaragoza, ola de calor en este verano de récord de temperaturas. Un viaje en bicicleta puede convertirse en un auténtico calvario. Pero por suerte, existen monovolúmenes espaciosos en los que puedes meter la bici y que con sus potentes motores diésel son auténticos trenes sobre cuatro ruedas. Para ello, te recomiendo los tres coches que he probado esta semana: el recién renovado Ford S-MAX, el Peugeot 5008 y el Renault Grand Scénic. Con potencias entre 150 y 163 CV, estos vehículos tienen la suficiente potencia debajo del capó como para hacer largos trayectos a velocidades express. Además, si mantienes un ritmo constante y eficiente, puedes alanzar una autonomía de casi 1.000 km. ¿Pero cuál de estos tres productos es el que más le interesa a tu familia? No pierdas detalle, aquí comienza esta comparativa.

El espacio interior es vital
Con 4,77 metros de longitud, el Ford se coloca con su nuevo frontal (lleva una parrilla más grande y unas luces diurnas con tecnología LED) claramente delante del Renault (4,46) y del Peugeot (4,53). Por dentro también impresiona por su enorme espacio, ya que acoge sin problemas a cinco personas que viajan como sentados en primera clase. Este coche tiene sitio para dar y tomar. Hasta los tres que viajan en la parte trasera se encuentran muy cómodos gracias a sus asientos individuales regulables. También se puede aguantar perfectamente un viaje largo en el agradable ambiente de lujo que ofrecen las butacas de la primera fila del Renault. Pero atrás los asientos son más estrechos, sobre todo el del medio. Los únicos que están cómodos en ellos en viajes prolongados son los niños. Pero los del Peugeot son aún más pequeños. El ambiente que reina en las plazas delanteras con su enorme salpicadero y la ancha consola central sí que tiene su encanto, pero también reduce bastante la sensación de espacio. Sobre la segunda fila, en el 5008 las personas altas suelen darse con las rodillas en el respaldo de los asientos delanteros y con la cabeza en el techo antes que en los otros dos monovolúmenes.

En cambio, sus asientos posteriores se pueden esconder más fácilmente dentro del suelo del coche. Además, una vez plegados dejan una superficie de carga totalmente plana de hasta 1.754 litros. Para conseguir lo mismo en el Grand Scénic de cinco plazas hay que plegar los respaldos traseros y poner los asientos en posición vertical. Pero si los retiras del interior del habitáculo, puedes conseguir hasta 2.083 litros de capacidad. Casi tanto como en el Ford, que es aún más grande (2.100 litros). Lo que resulta muy práctico es que en el caso del Renault también se abate el respaldo del asiento del acompañante lo que facilita el transporte de objetos tan grandes como, por ejemplo, una tabla de surf. Las posibilidades de variabilidad del S-MAX se limitan al simple plegado de las butacas traseras que para colmo dejan un incómodo escalón. Pero aun así, para las tareas de transporte el Ford es el mejor. Con 757 kilos de carga adicional tiene más capacidad que el Renault y el Peugeot (604 y 600 kg, respectivamente).

Lo que está claro es que los tres como furgonetas no son los más indicados. ¿Quién va a querer que sus interiores se rayen? Al fin y al cabo, los candidatos a ganar esta comparativa se presentan con un completo equipamiento en el que no les falta de nada ya que vienen con climatizadores bizona, llantas de aluminio o control de velocidad. En su versión Privilege, el Grand Scénic trae hasta un práctico navegador TomTom...

El Scénic lleva un buen motor
...y un propulsor excelente: el silencioso y suave diésel de 160 CV acelera de maravilla, sube con ganas de vueltas y me gusta mucho por lo bien empuja. El problema llega cuando te paras en la gasolinera, ya que con 7,2 litros, el Renault es el que más consume de los tres.

El que mejor aprovecha el combustible el agradable 2.0 con 163 CV del Ford: 6,5 l/100 km. Este bloque sustituye al anterior 2.2 de 175 CV. Es una buena mecánica, aunque no puede disimular del todo la pérdida de 60 Nm. Sobre todo al iniciar la marcha, ahí es cuando se le nota un cierto retardo a las órdenes del acelerador. Es algo complicado, ya que hay que tener tacto para no calarlo o no hacerlo derrapar, lo cual requiere cierta dosis de costumbre. Pero por lo demás, el refinado motor convence por su equilibrado rendimiento respaldado por su eficaz transmisión de seis marchas.

Respecto al 5008, pesar de ser menos potente, el decidido y ahorrativo (6,8 litros durante el test) diésel de Peugeot con 150 CV no se queda atrás y aunque corre menos, ofrece un buen rendimiento. Pero, no se puede decir lo mismo del confort ni de su dinámica de conducción. El Ford le supera sin problemas y en tramos con asfalto bacheado mantiene a sus rivales a distancia gracias su precisa dirección y a su agradable suspensión. Al volante del Renault y del Peugeot echo de menos un poco de precisión. Además, el 5008 toma las curvas algo lento y su intrusivo ESP le frena demasiado pronto. A eso hay que sumar que los amortiguadores de los franceses son poco equilibrados: en el caso del Peugeot son bastantes enérgicos y en el del Renault son blandos para realizar una conducción decidida. De nuevo, el S-MAX es el ganador en este apartado.

El 5008 es el más barato
Ford quiere por su coche con acabado Titanium 33.400 euros. Eso supera en 6.100 euros al Peugeot 5008 con el acabado Premium (27.300). Además, el modelo francés viene bastante bien equipado de serie y si tiras de la lista de opciones (están bien de precio), sólo encontrarás algo mejorable: no puede llevar faros bixenón. Si deseas este elemento, deberías pasarte al acabado Sport Pack que cuesta casi 3.000 euros más. De todas formas, el mejor equipado de todos es el Renault, ya que lleva, como te he comentado antes, el navegador. Si quieres para el Ford uno decente tendrás que pagar, para empezar, 1.300 euros. Por 650, tiene uno pequeño que va situado en el parabrisas.

CONCLUSIÓN:

Lo que más se aprecia en estos vehículos es el espacio. Y eso es precisamente lo que el Ford tiene de sobra. Además, a sus dos rivales los mantiene a distancia con su equilibrado y eficaz comportamiento que combina a la perfección el confort con la agilidad. El Peugeot, que queda en segunda posición, no tiene un chasis tan logrado como el del Ford, pero tiene una buena relación calidad/precio. Por eso, es un coche interesante. En tercer lugar se coloca el Renault, que también es espacioso y convincente por su buen motor diésel, pero en carreteras bacheadas no es tan preciso.

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