Duelo: Ferrari 488 GTB y Rolls-Royce Wraith de Novitec
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¿Aún no has decidido qué coche deberías comprarte? Un Ferrari 488 GTB o un Rolls Royce Wraith estarían bastante bien, ¿no crees? Ah, ¿que no te parecen suficiente? ¿Que quieres más? Pocos preparadores se atreven con estas dos marcas. Hay un valiente que sí: Novitec. De modo que enfrentamos a sus dos creaciones para ver hasta dónde es capaz de llegar. Cara a cara: Ferrari 488 GTB y Rolls-Royce Wraith de Novitec.
En concreto, el Rolls-Royce, después de pasar por el "quirofano", se llama Spofec Wraith Overdose. Esta última palabra, en inglés, viene algo así como sobredosis, o excesivo. Y le viene al pelo. Es una bestia gris aterradora cuando la ves por la carretera que, sin embargo, logra mantener algo de la elegancia británica. Spofec, por cierto, es una contracción de Spirit of Ectasy, la famosa estatuilla del ángel que los Rolls llevan históricamente sobre la parrilla. La carrocería se ha revisado con un completo 'body-kit'. Las aletas delanteras se han sustituido por otras más anchas. La zaga mantiene sus formas pero es más contundente, y los nuevos umbrales incorporan ahora entradas de aire que, a mi parecer, le quedan de maravilla, y es una solución sutil y muy efectiva.
Vayamos al Ferrari. Al primer vistazo no veo muchos cambios, incluso mantiene el color Giallo Modena de serie. Pero cuando me fijo un poco más descubro algunos elementos de la carrocería en carbono, en el frontal y la zaga. El faldón delantero se ha cambiado por un nuevo espoiler con flaps a los lados. También los umbrales son nuevos y estrenan entradas de aire. ¿Coste del kit aerodinámico?Lo mismo que un buen Golf: unos 23.000 euros.
Pero seguro que te estás preguntando qué diantres puede hacer un preparador en un lugar sacramental como es el vano motor de un Ferrari. Pues subir la potencia de su V8 biturbo en 102 CV, hasta los 772. Así, esta bala amarilla pasa de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, y no para hasta los 342. El preparador solo ha tenido que tocar la gestión electrónica y añadir nuevos escape y catalizador.
Me muero por probarlo, así que me pongo al volante. El interior es el de serie: Ferrari no ahorra en cuero y carbono, Novitec no tenía mucha opción de mejora. Y llega ese momento irrepetible, cuando uno aprieta el botón rojo del volante. El motor despierta y gruñe, ruge, aúlla, me hiela la sangre en las venas. Ya al ralentí, tengo el vello del de todo el cuerpo en punta. Pongo el 'manetinno' de Ferrari en modo Race, y se activa el plus de potencia. Piso a fondo, y da la sensación de que el V8 va a explotar. El sonido no se puede describir con palabras. El empuje de los 900 Nm de par sobrepasa a las Pirelli, en las primera tres marchas ya veo un una nube de humo negro por los espejos retrovisores.
No te pierdas aquí una de las creaciones más extremas de Novitec:
Hora de subirme al Rolls. También ha subido la potencia de su V12 biturbo, hasta los 717 CV. Suficientes para que esta mole de 2,3 toneladas ahora acelere de 0 a 100 km/h dos décimas antes, en 4,2 segundos. También aquí se han retocado la gestión electrónica y se ha estrenado nuevo escape. Los 250 km/h siguen limitados como en el modelo de serie, porque a más velocidad, nadie garantiza la resistencia de los neumáticos.
Hora de arrancar: el sonido es cautivador y muy deportivo, pero menos estruendoso que en el Ferrari. Incluso contenido, como debe ser en un Rolls-Royce. Pero lo que más sorprende es su comportamiento. Pasa por las curvas rápidas inesperadamente ágil y con un aplomo superlativo. Sus 2,3 toneladas de carrocería apenas balancean.
Después de pasar la jornada con estas dos... Máquinas celestiales (llamarlas coches se queda corto), queda claro que Novitec lo ha conseguido lo imposible: lograr que un Ferrari y un Rolls, sin perder su esencia, sean todavía mejores.
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