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Comparativa: Volvo S90/Jaguar XJ/Maserati Quattroporte

Tres berlinas diferentes entre sí, y del resto: ofrecen diseño, exclusividad y un toque deportivo. Comparativa: Volvo S90/Jaguar XJ/Maserati Quattroporte

Motorizaciones comparadas:

Esta comparativa es un resultado de la globalización. Las marcas de Suecia e Inglaterra han sobrevivido gracias a Asia. Jaguar, concretamente, gracias a los millones de la india Tata. Y la china Geely está conduciendo el destino de Volvo con mucho más tino de lo que lo hizo Ford. La prueba es el modelo que traemos a estas página, y que ahora enfrentamos a dos duro rivales: Comparativa: Volvo S90/Jaguar XJ/Maserati Quattroporte

Quien aún piense que las berlinas son aburridas, es porque no ha experimentado a este trío. Por ejemplo, no se ha recreado con las líneas poderosas y dinámicas del Jaguar. El Maserati ofrece una estampa italiana irresistible, con formas clásicas de tres volúmenes y unos respetables 5,26 metros de largo. El Volvo S90 es un coche voluminoso, pero a su lado parece hasta pequeño, con sus 4,96 metros. Sus líneas son más sobrias que las de sus rivales, y creemos que la versión familiar V90 es más atractiva. Con todo, es un coche elegante y bien proporcionado.

Dentro, tiene poco que envidiarle a una suite de lujo. Su pantalla táctil es más moderna que la del Jaguar XJ, la madera y los cromados, más refinados que en el inglés. Y la visibilidad es mejor gracias a la posición baja del salpicadero y sus amplias superficies acristaladas. 

También es más espacioso: como lleva el motor de cuatro cilindros en posición transversal, gana espacio detrás, claramente más amplio que el Jaguar, que se ve "penalizado" por su seis cilindros longitudinal. Tendrías que pagar más por la versión alargada para ponerte a la altura del sueco.

Con todo, hay que decir que el interior del Jaguar es muy tractivo, le sientan muy bien los cromados, la medra oscura y los revestimientos de cuero. Y su diésel V6 de 300 CV es un auténtico volcán: su capacidad para subir de vueltas y ahorrar al mismo tiempo lo convierten en toda una pieza de ingeniería.

Pero claro, luego uno se pone al volante del Maserati SQ3 con su motor de gasolina biturbo de tres litros y 410 CV y entra en otra dimensión: 283 km/h son palabras mayores. Eso sí, prepárate para pasar por el surtidor más veces de las que desearías. 

El Volvo nos vuelve a poner los pies en la tierra. Su motor gasolina de cuatro cilindros y 320 CV es poderoso y sube con ganas, pero su sonido dista mucho de estremecer como el del Maserati. Es más convencional, pero a cambio su consumo no se dispara tanto.

Pero no tiene que esconderse ante sus rivales. Lleva tracción integral de serie que lo pega al asfalto, y el cambio automático de ocho velocidades inserta con rapidez y fluido, formando una pareja perfecta. La suspensión trasera neumática opcional redondea que conjunto, porque además de eficaz en curvas, es un coche extremadamente confortable. Tal vez sea un coche más racional que sus dos rivales, pero para el día a día, es el más satisfactorio.

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