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Comparativa pick-up: L200 contra Navara y Hilux

Nacho de Haro

Aquí tienes una comparativa de pick-up japonesas, un duelo entre el Mitsubishi L200, el Nissan NP300 Navara y el Toyota Hilux. Los tres son expertos en trabajos duros y más en difíciles condiciones del terreno. Pero... ¿quién se llevará el 'gato al agua'?

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Con esta comparativa entre el Mitsubishi L200, el Nissan NP300 Navara y el Toyota Hilux no os voy a dar 'la brasa'  con lo útiles que resultan los pick-up si tu entorno laboral se sitúa en zonas agrestes y tienes que llevar mucha carga a bordo de forma habitual. Hace poco, Marcelino, un amigo mío aficionado a la caza me decía que él tiene un Navara antiguo y que su zona de carga le resulta ideal para echar el guarro detrás y así no manchar ni que huela el habitáculo de su otra joya, un Jeep Cherokee de los 90. Un uso como cualquier otro para este tipo de vehículos multifunción.

Antes de seguir adelante, debes tener en cuenta que los pick-up son vehículos comerciales homologados como camión con caja abierta y, por tanto, no pueden superar los 90 km/h de velocidad máxima en ninguna carretera y tienen que pasar la ITV con más frecuencia que un turismo... lo compres como lo compres, como una empresa o como particular.

Nissan NP300 Navara, un pick-up con ambición de SUV

Quizá por eso estos vehículos tienen una presencia de auténtico nicho en nuestro mercado, pero las marcas se afanan en modernizarlos, dado que sus ventas son bastante más sustanciosas en otros puntos del planeta y, claro, la globalización permite que nosotros también nos beneficiemos de estas mejoras. Dos de los vehículos que últimamente se han presentado son el Toyota Hilux y el Nissan NP300 Navara que, en esta comparativa, se enfrentan a un veterano y uno de los cocos de la categoría, el Mitsubishi L200.

Hemos escogido estos tres modelos con los motores diésel menos potentes que tienen en su gama, con cambio manual (aunque en las fotos de los salpicaderos veas cambios automáticos en un par de ellos, esta prueba y las prestaciones se han realizado con las versiones manuales) y con los precios y equipamientos de los acabados más básicos (no así la galería de fotos, que corresponden a acabados superiores) ya que resulta complicado reunir los modelos valorados para la sesión de fotos.

Comienzo por echar un vistazo al interior de estos tres aguerridos  expertos del campo. El que más me ha gustado al volante es el Mitsubishi L200 Double Cab 250 DI-D que te sorprenderá con unos asientos delanteros cómodos, de mullido blando y con una excelente sujeción lateral. Los de sus dos contrincantes son también cómodos, pero no tanto como los del Mitsubishi. Eso sí, una de cal... otra de arena. Porque ni su volante ni el del Navara son regulables longitudinalmente, pero sí el del Hilux. Detrás tampoco encontrarás elevalunas eléctricos en los dos primeros y de nuevo... et voilà, sí en el Toyota.

Es en esta zona de este último donde los pasajeros van más arriba, es decir, con una mejor visión hacia delante y, además, en una banqueta más mullida y cómoda. Pero el campeón del espacio aquí es el Nissan NP300 Navara 2.3 dCi Doble Cabina, con tres centímetros más de ancho. Además, la posibilidad de levantar su banqueta le proporciona otro interesante hueco de carga. Lástima que este asiento no sea divisible... porque pesa lo suyo. El del Hilux sí lo es, mientras que el L200 opta por poder abatir a medias sus respaldos, para aprovechar ese espacio para meter las herramientas indicadas para cambiar una rueda pinchada y también algún objeto pequeño.

Mecánicas sencillas... ¿para durar?

Nuestros tres protagonistas cuentan con motores de cuatro cilindros, con inyección directa y turbos de geometría variable. Y, curiosamente, el de menor cilindrada, el del Nissan, con sus 2.299 cc ofrece la mayor potencia: 163 CV. Aunque no por esto se alza con el liderato en nuestras mediciones. El L200 puede ser considerado el más eficiente, ya que aúna una potencia de 154 CV (el Toyota Hilux 2.4 D Cabina Doble se tiene que conformar con 150) con uno de los consumos más bajos de los tres, gracias a su tecnología Mivec, un sistema de distribución variable en el funcionamiento de las válvulas de admisión que mejora su eficiencia.

¿Cómo se traduce esto en marcha? Pues con, lo que te decía, las mejores prestaciones... aunque me ha sorprendido el motor del Hilux en esta comparativa de pick-ups japonesas. Quizá debido a que es el único que dispone de dos botones según el uso que quieras hacer del mismo: más ecológico o más vehemente... y el cambio de carácter es tan radical que al pulsar el modo Power y manteniendo el acelerador sin variaciones de presión, notarás un pequeño e inmediato empujón. El punto negativo se lo lleva su excesiva rumorosidad, aunque más ruidosa todavía se muestra la mecánica del Navara, sobre todo al ralentí.

Sus cambios, manuales y de seis velocidades todos, tienen unas palancas tan largas (la del Nissan la que más) y unas inserciones pesadas y lentas, que hacen plantearse en los tres casos sus versiones con transmisión automática.

Auténticos todoterreno

Su gran capacidad offroad es una de las principales características de los pick-up actuales. Para empezar, el Hilux muestra con orgullo una altura al suelo de más de 29 cm, muy superior a sus dos rivales, que tienen 22 centímetros. Pero pincha estrepitosamente en confort a bordo, ya que su eje rígido y ballestas en la suspensión trasera provocan unos rebotes un tanto desagradables. El L200, con la misma configuración, es mucho más amable con el pasaje, por no hablar del Navara, que al contar con amortiguadores traseros (a pesar de mantener el eje rígido) es el que más se acerca a un crossover en comodidad de marcha. Y es que, además, esta configuración de la suspensión, le otorga una agilidad mucho más evidente en asfalto que la de sus compatriotas.

De nuevo los tres, en su configuración más básica, disponen de tracción trasera, integral y reductora, intercambiables a través de un mando giratorio. Ninguno de ellos cuenta con diferencial central, por lo que no es nada recomendable circular con la tracción total en superficies que no permitan una diferencia de giro entre el eje delantero y trasero (asfalto). Pero el único que en este nivel de equipamiento tan básico incorpora el control de descenso es el Navara, un buen punto a su favor a la hora de bajar pendientes, aunque también es cierto que ya con las reductoras no deberías tener problema alguno.

También es verdad que en el siguiente acabado, Mitsubishi cuenta con uno de los mejores sistemas de tracción total, el Super Select 4WD II con diferencial central bloqueable. Con unos precios muy similares (atentos a los posibles descuentos de uno u otro), cualquiera de los tres te satisfará con creces en tu duro trabajo del día a día.

Conclusión: para algo más que el trabajo

Nuestros tres pick-up son unos de los mejores exponentes del mercado de este tipo de vehículos. Sus capacidades todoterreno son sobresalientes, la posibilidad de llevar una tonelada detrás resulta muy práctica y, además, dentro pueden viajar cinco pasajeros con relativa comodidad. Los tres son buenos vehículos y cada uno destaca en algo: el Nissan, en una comodidad a bordo y en marcha impropia de estos vehículos, el Toyota por un motor que, a pesar de tener menor potencia, responde muy bien. Asegurar cualquiera de estos vehículos tiene un coste muy similar, por lo que eso no debería preocuparte. Y el Mitsubishi, para mí, es el término medio ideal, pero puedes encontrar otras opciones similares en el recomendador de coches

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