Comparativa: Mercedes E 400 Coupé vs Audi S5 Coupé
Motorizaciones comparadas:
En el anterior Clase E Coupé se escondía la base técnica y la tecnología del Mercedes Clase C. Pero eso es cosa del pasado. El nuevo es un Mercedes Clase E auténtico, de punta a punta. Y eso, claro, lo lleva al segmento superior, y nos permite enfrentarlo a un rival de altura. Comparativa: Mercedes E 400 Coupé vs Audi S5 Coupé.
Ojo, porque hay que matizar algo: el Audi S5 Copé es 13 centímetros más corto. Y es que se basa en la clase media, esto es: el Audi A4. ¿Le supondrá eso una desventaja? Esta comparativa tiene sentido, en cualquier caso. Los dos confían en motores de seis cilindros con turbo, tres litros de cubicaje y, de serie, tracción integral. Y en precio, andan muy cercanos.
En el tres litros V6 del Mercedes E 400 Coupé soplan dos turbos a un máximo de 0,8 bares. Al ralentí el sonido es muy civilizado, pero a partir de 2.000 vueltas desarrolla un bramido cautivador. Y siempre sin vibraciones y con el máximo refinamiento. En cualquier caso, su sonido en más decente que el del S5 con un turbo.
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Pero el Audi no solo es algo más ruidoso. También es más rápido. El Mercedes alcanza los 100 km/h desde parado en 5,5 segundos, uno más. No nos sorprende, porque el Clase E Coupé tiene que tirar de 187 kilos extra. El S5 transmite mucha deportividad con el ESP desactivado. La tracción integral tiene un ajuste muy optimizado, y el diferencial deportivo opcional distribuye el reparto de fuerza en las ruedas traseras cuando es necesario. Y eso mejor mucho su 'handling', con unas salidas de las curvas fulminantes y precisas, pegado al asfalto, y permitiendo un ligero sobreviraje que da lugar a drifts muy controlables.
La dirección Dynamic opcional contribuye a que sea muy ágil y preciso, aunque echamos en falta algo más de dureza. La dirección de serie del Clase E Coupé tiene unas reacciones muy exactas, aunque busca menos la deportividad pura. El ESP no se desactiva del todo, pero en modo Sport permite deslizar levemente la zaga. Brevemente, claro, antes de que la electrónica ponga al Mercedes de nuevo en su sitio. La seguridad es lo primero. Pero especialmente si lo comparamos con el modelo anterior, es mucho más ágil y deportivo en la respuesta.
Y además, lo combina con el elevado confort de la Clase E: la suspensión neumática Air Body Control opcional le permite pasar como una alfombra voladora incluso por asfalto irregular. Allí donde los cortos brazos de suspensión de acero del Audi encuentran su límite, el Mercedes sigue mostrando que es imbatible en confort.
Los dos ofrecen asientos excelentes, aunque los deportivos del S5 tienen un agarre lateral aún mejor que los confortable butacones del Clase E. En las plazas traseras del S5, dos adultos de cierta talla encontrarán algunas estrecheces para cabeza y piernas, mientras que las del Mercedes son perfectamente aptas para que cuatro adultos realicen viajes largos sin problemas.
En definitiva: los dos son deportivo, pero el Mercedes se inclina más hacia el confort, y el Audi, hacia una máquina de conducción dinámica.
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