Comparativa: Ford Focus ST contra Opel Astra OPC

Ford Focus ST y Opel Astra OPC. Palabras mayores en esta comparativa. Menos mal que, a pesar de la vorágine de las marcas por reducir consumos y emisiones, todavía se hacen coches como estos. Aquí la diversión se pone como prioridad y se persigue antes la deportividad que la tan manida eficacia. ¡Chapeau, señores! Para los que nos apasiona conducir era algo totalmente necesario, coches en los que sabes que cada euro de gasolina que gastas va a ser rentabilizado con creces. Pero entremos en faena...

Voy a enfrentar a dos de los últimos compactos más deportivos. A la espera de que los nuevos Volkswagen Golf y Seat León se unan a este selecto club, el Opel Astra OPC y el Ford Focus ST ya han puesto sobre el asfalto ese cóctel tan estimulante que tanto me gusta. Eso sí: lo han hecho de forma un tanto diferente. Para empezar, a falta de que llegue finalmente la carrocería de tres puertas, el Ford Focus ST se viste (de momento) con un traje de cinco, un formato que seguramente no gustará a los más puristas. Pero, en realidad, es algo que ofrece sus ventajas como luego veremos. Por su parte, el Opel Astra OPC recurre al modelo de tres puertas del GTC, pero afila todos sus rasgos y llega a esta cita con una estética más musculada.

Comportamiento

No es que el Focus no haya pasado por el gimnasio, aunque está claro que el modelo de Opel es más espectacular. Asentado sobre unas llantas de 20 pulgadas (cuestan 639 euros), el frontal y la zaga del OPC son mucho más agresivas que las del Focus. En el interior las cosas se igualan un poco más, ya que ninguno le echa demasiada imaginación. En el Ford Focus, sus asientos deportivos y los relojes que hay sobre el salpicadero contrastan con un volante de cuatro radios que es de todo menos deportivo. En el Opel Astra pasa tres cuartos de lo mismo y solo las siglas OPC en el cambio y en el volante te hacen saber que estás en la versión más potente de la gama...

Llegados a este punto, me dejo ya de análisis en parado y me pongo en marcha. Porque si estás pensando en comprarte uno de estos dos compactos deportivos, lo que quieres es que te ofrezcan sensaciones al volante y de eso saben mucho. Para empezar, Opel Astra y Ford Focus recurren a un motor de cuatro cilindros sobrealimentado con el que encontrarte las cosquillas. El primero ofrece nada más y nada menos que 280 CV, mientras que el Focus se contenta con 250. ¿Resultado? No es el que te esperas, porque si bien el Astra hace valer su potencia en aceleración pura, en recuperaciones el Focus le saca los colores. Y es que el OPC tarda en reaccionar al pie derecho hasta que el turbo se pone a soplar.

Eso y que pesa 174 kilos más. No obstante, cuando escuchas el vendaval del turbo no hay quien le pare. Por su parte, al pisar el acelerador en el Ford, la respuesta es mucho más viva y directa. Es un motor del que te enamoras porque es casi instantáneo: sabes que siempre tienes respuesta y fuerza en el momento justo. Por otra parte, los dos hacen galopar su caballería sobre el eje delantero y para que no se desperdicie la fuerza disponen de sendos autoblocantes. Pero aquí me encuentro con un nuevo contraste: mientras el Astra OPC recurre a un diferencial mecánico superefectivo, el Focus echa mano de la electrónica para simular su efecto. No es que lo haga mal, pero las pérdidas de tracción a la salida de curvas más lentas las digiere mejor el modelo de Opel. Justamente en esos terrenos, como las carreteras de montaña, es donde el Astra hace valer su sistema FlexRide con tres modos (Normal, Sport y OPC). Si quieres sacarle el máximo provecho al chasis, el último es el que mejor lo hace: endurece la dirección, aviva la respuesta del acelerador y tensa las suspensiones.

Conclusión

En definitiva, Opel ha hecho un gran trabajo con su nuevo OPC. Lo malo es que es casi 6.500 más caro que el Focus ST, aunque está mucho mejor equipado de serie. Quizá sabedores de esa diferencia con la competencia, Opel ha decidido apostar por un descuento de más de 3.500 euros. Es para pensárselo...