Comparativa: Edo MC12 XX vs Edo Enzo ZXX
Motorizaciones comparadas:
El preparador Edo Competitition posiblemente tiene en su haber algunas de las creaciones más espectaculares cuando hablamos de deportivos. Ahora le ha metido mano, nada menos, que a un Maserati MC 12 y a un Ferrari Enzo. Y nosotros nos los llevamos al exigente circuito de Norsdschleife a comprobar de qué son capaces. Comparativa: Edo MC12 XX vs Edo Enzo ZXX.
El Edo MC12 gana en cubicaje y potencia: 6,3 litros con las cabezas de los cilindros retocadas, pistones fraguados, nuevo sistema de refrigeración, cojinetes de acero, válvulas más grandes y árboles de leva revisados.
El enorme alerón es parte del sistema de agarre aerodinámico, así como el imponente difusor y el cubrebajos plano. Junto a otras modificaciones (estaríamos un día entero enumerándolas), incluido un embrague de competición, el motor sube de 632 a 840 CV y gira sin resuello hasta las 9.700 vueltas.
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Al igual que el Enzo, sus reacciones al volante son muy directas, aunque su batalla más larga y su mayor agarre le dan una pisada más aplomada en la pista. Las virguerías siguen por dentro: va forrado en cuero y Alcántara. También tras las ruedas: los discos de acero originales se han cambiado por unos cerámicos.
Por fuera, el Maserati recuerda fuertemente a la variante de competición Corsa. Y no es casualidad: su carrocería ha sido totalmente reconstruida, y no se han conformado con sustituir las piezas. El morro, por ejemplo, es más corto que en la versión de calle. Y ahora las nuevas puertas, umbrales y aletas son de carbono. Edo ha fabricado cuatro ejemplares del MC12, pero este sin duda es el más radical.
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El Edo Enzo ZXX está concebido para carretera abierta. Al menos, en Canadá. Está por ver si lograrán homologarlo en Europa. Pero eso no le impide a su V12 con 6.497 cc aullar en circuito hasta el infinito cuando despliega sus 920 CV de potencia máxima. Su cambio secuencial inserta en fracciones de 60 milisegundos, y también suena lo suyo. En 3,2 segundos ya ruedo a 100 km/h, y en solo 8,5 voy a 200. Una cifras similares a las de su rival (solo en el 0 a 100 le saca dos décimas). Puedes circular por carretera, pero en todo momento sabrás que vas al volante de un superdeportivo estratosférico. El empuje es descomunal, la gestión de cada curva requiere mucho tacto con el volante y el pedal del freno.
Las ruedas provienen directamente de un proveedor de Fórmula 1, y tienen un acabado especial para este modelo. Solo existen dos juegos en el mundo. Dentro, vas más encajonado que en el Maserati, los baquets con más verticales y rígidos, aunque a cambio agarran el cuerpo como si no hubiera un mañana. No podía ser de otra manera: las inercias y fuerzas centrífugas de este coche, cuando ruedas a fondo, no son para tipos sensibles.
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