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Comparativa: BMW X3 20d vs Mercedes GLK 250 BlueTEC

Marcos Diego

BMW X3 20d contra Mercedes GLK BlueTEC. Con el lavado de cara del GLK, el clásico duelo alemán alcanza un nuevo nivel. Los de Stuttgart apuestan ahora por motores Euro6. ¿Será eso suficiente para batir a un experto de la categoría como el modelo de la hélice? Todas las respuestas, en esta comparativa.

BMW X3 20d contra Mercedes GLK 250 BlueTEC, o lo que es lo mismo, BMW contra Mercedes. A la generación del iPhone, este duelo le debe sonar a batallita de abuelos… o de bisabuelos. Y si los que entran en juego son el BMW Serie 3 contra el Mercedes Clase C o el Mercedes Clase S contra el BMW Serie 7… ¡eso ya les debe sonar como de la prehistoria del automovilismo! Sin embargo, para muchos de nosotros, BMW no es más que una marca que sigue innovando día a día. Al fin y al cabo, el primer Mercedes es de 1902 y el primer BMW no vio la luz hasta 27 años después.

Los más veteranos tampoco se habrán olvidado de que BMW estuvo a punto de ser absorbido por Mercedes por su fallida política de modelos. La marca de la hélice le debe hoy en día su existencia al apoyo del carbonero multimillonario Erich Nold y al igualmente rico Herbert Quandt (heredero de la compañía de baterías Varta), que en 1960 salvaron a BMW de las garras de Daimler-Benz y su accionista principal, el Deutsche Bank. Por el contrario, Mercedes nunca ha estado al borde del precipicio, ni siquiera cuando se despilfarró el dinero en la aventura con Chrysler. Una época que se dilató casi una década, entre 1998 y 2007.

El duelo de los SUV Mercedes y BMW comenzó hace ya 15 años, cuando la marca de la estrella presentó su primer Mercedes Clase M. BMW contraatacó dos años después con el primer BMW X5. Sin embargo, los de Múnich demostraron saber adaptarse mejor al segmento de los todocamino y volvieron a golpear, en este caso, antes que su rival, con el primer BMW X3 (2003), al que siguió, en 2008, el Mercedes GLK. Entretanto, y tras varios restyling, le ha llegado el turno a la segunda generación del BMW X3 (se presentó en 2011), que ahora se tiene que ver las caras con un Mercedes GLK al que le acaban de dar un buen lavado de cara.

Hasta ahora, BMW era la alternativa deportiva, mientras que apostar por un Mercedes era hacerlo por el confort y la solidez. Sin embargo, como hoy en día todo el mundo quiere dárselas de juvenil y activo, el panorama está dominado por coches que ofrecen un diseño muy dinámico y, en muchas ocasiones, poco práctico, junto con un chasis con una dureza de tacto deportivo y no demasiado confortable.

El BMW X3 y el Mercedes GLK son ejemplos perfectos de esa tendencia: ángulos imposibles y faros agresivos que pretenden atraparte con la mirada van mezclados con una suspensión que les impide rodar con comodidad. A cambio, alcanzas con estos todoterreno una velocidad en las curvas y unas prestaciones que hace apenas 15 años solo estaban reservadas para los deportivos.

Las cartas están sobre la mesa, ahora solo falta dilucidar cuál de estos dos SUV compactos se lleva el gato al agua.


Mediciones realizadas por AUTO BILD

Dimensiones_BMW_X3

El BMW X3 20d, al igual que el BMW X5, procede de la factoría norteamericana de Spartanburg. A la hora de aparcar, queda claro que es más largo y ancho, aunque también ofrece mejor habitabilidad, mayor maletero y más altura libre al suelo que el Mercedes. Algo típico de BMW es su excelente reparto de pesos. A destacar: su buena capacidad de vadeo.

Dimensiones Mercedes GLK

El Mercedes GLK BlueTec se fabrica en Bremen. Es algo más compacto y ofrece una mejor visibilidad, aparte de tener un menor ángulo de giro. Todo eso lo hace mucho más manejable. Si su altura libre al suelo (190 mm) te resulta escasa, puedes comprar el pack 'offroad', que la aumenta a 220 mm. Pesa 104 kg más, pero ofrece 81 kg más de capacidad de carga.


BMW X3 20d

Si estás pensando en comprar un BMW X3 20d es porque buscas un todocamino que gaste poco, pero que tenga un buen empuje. A priori, el BMW parte con cierta desventaja, debido a su menor potencia, pero te puedo asegurar que no notas una gran diferencia al pisar el pedal derecho, porque parece reaccionar con más ganas y trabajar mejor junto con el cambio automático ZF (funciona mediante impulsos eléctricos), que tiene ocho velocidades, trabaja a menos revoluciones y, por tanto, consume menos. Tiene 120 Nm menos de par, pero es 104 kilos más ligero, lo que le vale para ofrecer un mayor empuje. Además, su tracción integral controlada mediante un embrague multidisco, logra que salga airoso de todo tipo de terrenos. Algo a lo que también contribuye su mayor altura libre al suelo (205 mm).

Cuestiones prácticas: el BMW X3 20d es más grande que el Mercedes GLK 250 BlueTEC, cuenta con una mayor amplitud y dispone de 100 litros más de maletero, aunque ofrece una peor visibilidad.

Mercedes GLK 250 BlueTEC

Sobre el papel, el Mercedes GLK 250 BlueTec parece que cuenta con cierta ventaja mecánica, ya que su motor ofrece 20 CV y 120 Nm más que el BMW X3 20d. Pero parece no formar tan buen equipo con el cambio automático de siete velocidades, porque resulta, subjetivamente, menos ágil. Solo si pisas a fondo el pedal derecho, le sacarás provecho de verdad a sus 204 CV. Además, no logra ajustarse al consumo oficial. El lado bueno es que ofrece un gran confort de marcha y que, gracias a su complejo tratamiento a base de urea, el Mercedes GLK 250 BlueTEC consigue cumplir con las exigencias de la normativa Euro 6 (prevista para 2014). El Mercedes GLK 250 BlueTEC no logra imponerse, pero sabe jugar sus bazas al gozar de una mejor visibilidad y tener un ángulo de giro menor. Lo malo es que las medidas más reducidas del Mercedes GLK 250 BlueTEC con respecto al BMW X3 20d le perjudican en la habitabilidad. Fuera del asfalto, muestra menos pericia que el BMW, ya que el ESP (que no se desconecta) reduce su eficacia en terrenos blandos.

Cara a cara BMW X3 y Mercedes GLK

Conclusión de la comparativa entre el BMW X3 20d y el Mercedes GLK 250 BlueTEC

Estas son las coclusiones de la comparativa entre el BMW X3 20d y Mercedes GLK 250 BlueTEC. Los puntos fuertes del modelo de la estrella hay que buscarlos en su mayor confort de rodadura, su buena capacidad de tracción, su mayor cifra de par y su naturaleza compacta, que le proporciona una mejor visibilidad y lo convierte en un modelo más fácil de aparcar. Sin embargo, el modelo de Stuttgart es más caro de mantener y no puede hacer frente a las buenas aptitudes del BMW X3 20d, que saca pecho con su mayor altura libre al suelo y sus buenas cotas offroad. además de su amplio maletero y su espacioso habitáculo. En cuestión de precio, no hay grandes diferencias, pero si tienes en cuenta que el BMW X3 cuesta 1.500 euros menos que el Mercedes, no creo que te queden dudas de cuál merece más la victoria.

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