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Comparativa: BMW M4 CS/Porsche 911 Carrera GTS. ¿La perfección?

Estos dos bólidos representan lo que en el mundo del automóvil podríamos definir como proporciones áureas. Se acercan mucho a la perfección entre quienes buscan una máquina de driftar, al mismo tiempo lo suficientemente confortable para usarla fuera de circuito, y con una calidad fuera de toda duda. Ahora los enfrentamos. Comparativa: Porsche 911 Carrera GTS vs BMW M4 CS.

El 911 una evolución del Carrera S, ahora con más potencia, un comportamiento afinado y nuevas ruedas. El BMW M4 CS llena el hueco entre el M4 Competition y el M4 GTS, aunque se acerca más al segundo. Lo demuestran su abombado capó de carbono, sus cuatro salidas de escape en acero, los pilotos traseros de OLED, o un interior al que se le han despojado algunos elementos superfluos que suponían más kilos, al tiempo que se han empleado materiales más ligeros que en sus otros hermanos de gama.

Hablando de adelgazamiento: sus nuevas llantas forjadas no solo ahorran nueve kilos respecto a las del Competition, sino que permiten calzar al CS con los semislicks del GTS. el M4 CS llega con una potencia de 460 CV, y un par motor de 600 Nm, en mejor forma que nunca. En los dos modos de conducción más deportivos, a partir de solo 2.000 vueltas los dos turbos ya están soplando a placer, y la sensación de empuje es abrumadora hasta más allá de las 6.000 revoluciones. Aunque puede alcanzar las 7.600, es más realista ponerse el límite en las 6.800. No hace falta más para exprimir el sensacional rendimiento de su motor.

VIDEO: Pisando a fondo en un M4 CS

VÍDEO: ¡A fondo con el BMW M4 CS!

El Porsche, sin embargo, logra una entrega de fuerza más afinada. A partir de las 2.000 revoluciones también desata todo su empuje, pero la entrega de sus 550 Nm de par es más armónica. La presión de los dos turbos permite una mejor dosificación. Lo mismo podemos decir de la transmisión. Los dos con doble embrague y un desempeño grandioso, capaces de insertar, reducir y subir de marcha al mismo ritmo endemoniado que marcan estos dos bólidos, pero en el 911 apenas notas, en cada inserción, un mínimo y preciso tirón, mientras que en el BMW es más patente y llega a notarse en el eje trasero en los cambios más rápidos.

El Porsche pesa 100 kilos menos, y gracias a llevar el motor en posición trasera construye una mejor tracción. Todo esto, unido a un sistema de 'launch control' afinado al extremo, le permite llegar a los 100 km/h desde parado en solo 3,4 segundos, y a los 200 en 11,2. A esta velocidad llega el BMW un segundo más tarde, si bien está más igualado a su rival en el 0 a 100 km/h, con 3,7 segundos. El M4 CS nos ha dejado boquiabiertos en la medición de la frenada: se detiene desde los 100 km/h en unos ridículos 28,3 metros, haciendo palidecer a su rival. Y eso que el 911, como mandan los cánones en Porsche, tiene una frenada colosal de 30,4 metros. Esto en frío. Según se van calentando los discos, ambos se van igualando. El Porsche incluso mejora su marca, bajando de los 30 metros.

Y da igual lo mucho que fuerces a estos dos coche. Sus frenos parecen imbatibles. Sorprende que los discos cerámicos del Porsche no pierden la precisión del pedal en ningún momento, por mucho que los lleves al extremo. En cuanto al handling, estos dos bólidos y su increíble carga tecnológica (desde ruedas traseras direccionales a control de balanceo) están a un novel difícilmente alcanzable. Pero el 911 logra ponerse por delante. Si el GT3 necesitó 1:31,30 minutos en Sachsenring, este ha logrado una vuelta de 1:31,61, solo un poco más lento. El M4 CS, por su parte, se queda ocho décimas por detrás de los 1:33,17 logrados por el M4 GTS.

Pero curiosamente, las sensaciones al volante son similares. Los neumáticos deportivos de dan más precisión en los giros y grip en las curvas, y una mejor tracción que en su hermano más "civilizado". Y permite unos sobrevirajes controlados que, una vez le coge uno los límites de deslizamiento a la zaga, le permite trazar las curvas con una precisión encomiable. ¿Por qué no logra entonces la marca del GTS? Pues porque este último le saca 40 CV de ventaja, y eso lo lanza ante en las rectas al pisar a fondo. A favor del M4 CS: tiene un modo de Confort de conducción, lo que lo vuelve mucho más apto que su hermano radicalizado para realizar largos viajes sin dejarse los riñones en el intento.

Fotos: Ronald Sassen

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