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Cara a cara: nuevo BMW Serie 3 vs Mercedes Clase C

Ahora mismo, son las dos mejores berlina de su segmento. El BMW se renueva poco por fuera, pero mucho por dentro. Sigue siendo el rey del dinamismo, pero ¿será capaz de plantar cara a un rival como el Mercedes Clase C en todo lo demás? No te los pierdas al detalle en nuestra galería.

Hay una cosa que debemos reconocerle a BMW: tiene mucho valor. Y no porque el último lavado de cara de su Serie 3 haya conllevado un cambio radical, al contrario: de la evolución solo se percatarán los auténticos fans de la marca. Faros y pilotos traseros algo distintos, un par de detalles cromados aquí y allá… Y poco más han considerado en BMW necesario para que su berlina tenga cuerda para unos cuantos años más. Y es que, con unas leves modificaciones, pretende plantar cara al Mercedes Clase C, aún en plena forma, y sin duda un referente en este segmento en un muchos apartados. Este es el cara a cara del nuevo Serie 3 contra el Mercedes Clase C.

Nuevo Serie 3 contra el Mercedes Clase C. El bávaro por dentro

Hemos elegido el BMW 320d y el Mercedes C 250 CDI. Empecemos por el habitáculo. Al igual que en la carrocería, aquí no ha cambiado mucho. Eso sí: ahora cuenta con mejores materiales y un par de refinamientos. Eso es todo. Una pena, porque, aunque se nota el aumento de calidad, el ambiente que se respira no es todo lo ‘premium’ que debería en un coche de este precio. O dicho de otro modo: mientras el interior del Clase C es una versión reducida de la lujosa Clase S, el Serie 3 parece más bien una versión aumentada del Serie 1. Pero al menos mantiene el excelente manejo de su mando iDrive, más intuitivo que en el del Mercedes, y con una estructura de menús más sencilla. Y detrás, el espacio es algo mayor que en su rival de la estrella, en donde los más altos sufrirán algunas estrecheces y cuyo pequeña tapa del maletero dificulta la carga de equipaje voluminoso. Con todo, tampoco se puede decir que el Serie 3 esté entre los más espaciosos de su clase.

Nuevo Serie 3 contra el Mercedes Clase C. Dos tipos con carácter

Pero a diferencia de rivales como el Passat, por ejemplo, lo cierto es que las virtudes prácticas no entran entre los argumentos de compra de estos dos coches. Más bien buscan berlinas con un pronunciado carácter, y un comportamiento por encima del nivel de su segmento. 

Y en esto, ni uno ni otro decepcionarán a su clientela. Bajo la chapa, en el BMW se adivina mucha más evolución de lo que vaticina su estética. Los ingenieros han renovado completamente el chasis, y ahora es aún más dinámico, fiel a la tradición de la marca. La dirección, muy directa, parece anticiparse a los deseos del conductor, y hay que decir que en curvas este Serie 3 marca un estándar en sí mismo. Responde con leves sobrevirajes totalmente controlables y el balanceo en los giros es prácticamente nulo. Aun con este dos litros diésel, el BMW es una auténtica máquina de pura diversión. 

Ahora estarás preguntándote cómo es posible que, en nuestras puntuaciones, gane el Mercedes en el apartado dinámico: es por los ajustados resultados de frenada que ha dado el 320d. Desde los 100 km/h, y en caliente, se detiene 1,40 metros más tarde que el Clase C. Algo que, en el día a día, pude suponer la diferencia entre un susto y un impacto. Además, el dinámico tarado del chasis del BMW tiene su contrapartida: filtra peor los baches que su rival. Sobre todo cuando son cortos y continuados, el golpeteo dentro del habitáculo es acusado. No es dramático en ningún caso, pero le cuesta puntos.

Nuevo Serie 3 contra el Mercedes Clase C. Dinamismo vs. confort

Claro que el Clase C está hecho de una pasta distinta, más aún nuestra unidad de pruebas, que montaba la suspensión neumática opcional. En modo Confort, aplana los baches como si fuera un pequeño Clase S, y al contrario que el modelo anterior, es todo menos impreciso y en las curvas nunca balancea en exceso. Al contrario: es tan aplomado como el BMW, aunque eso sí, subvira más. 

Algo parecido pasa con los motores. El 320d, aunque con 14 CV menos, se siente más despierto, responde más dinámico al acelerador y junto con su excepcional cambio automático de ocho velocidades forman un dúo de ensueño. Por suerte, esta nueva generación de motores logra, además, un silencio y suavidad de funcionamiento acordes con este nivel de precios. También Mercedes parece haberse tomado en serio las críticas pasadas respecto a sus motores y transmisiones: ya nada queda de aquel ruido de taxi de sus cuatro cilindros diésel de antes, y el cambio, famoso por sus tirones, cambia ahora con la suavidad que siempre habíamos deseado. Con todo, estas dos berlinas apenas podrían ser más diferentes, y es que, aun manteniendo un altísimo nivel dentro de su segmento, tienen caracteres muy distintos. Esto ya es cuestión de gustos si bien, con todo, el Mercedes le rasca un par de puntos en el cómputo general a su rival. 

Y ahora, llegamos a un primicia en AUTOBILD: ¡Tenemos dos ganadores! Los dos están al mismo nivel, eso significa que son lo mejor que puede encontrarse ahora mismo en su segmento. Al menos, hasta que aparezca en el mercado el nuevo Audi A4, (aquí tienes la primera prueba) el próximo noviembre. Apostamos a que entonces, la comparativa sí que será de verdadero infarto. 

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