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Cara a cara: Ford Focus ST 'vs' Volkswagen Golf GTI

El Focus ST de 250 CV pone en aprietos al Golf GTI y sus 230 CV. ¡Lo hace en un circuito! Comprueba en nuestra comparativa lo brutal que puede llegar a ser este Ford, y cómo le hace sufrir al Volkswagen. ¡No apto para cardíacos!

Motorizaciones comparadas:

Podemos especular una vez más. Que si el GTI es un segmento en sí mismo, que si Golf inventó el deportivo familiar, que si el GTI es un Volkswagen con zapatillas de atletismo. O sobre su eterna competencia, entre la que se encuentra, por supuesto, el Ford Focus ST. Pero esta vez no queremos andarnos con rodeos, y vamos a ir al grano: en el nuevo Ford se esconden 250 CV, un Golf VII GTI Performance te ofrece 230. En este cara a cara no vamos a tener en cuenta si el maletero de uno u otro mide un milímetro más o menos. Este test se va a basar exclusivamente en las valoraciones deportivas de AUTO BILD: aceleración, capacidad de frenada y comportamiento efectivo en estado puro. En definitiva: ponemos el corazón antes que el cerebro.

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¿Qué dicen las fichas técnicas? A grandes rasgos: empate. En el Golf, los 230 CV de su 2.0 TSI turbo deben mover 1.384 kilos, en el Focus, 20 CV más deben empujar de 80 kilos extra. Ambos llegan a los 250 km/h, y casi coinciden en par motor, 350 Nm en el Golf y 360 en el Focus. De manera que la diferencia no la vamos a encontrar en los fríos datos, sino quemando el circuito.

Ya desde el arranque el Focus se presenta como un tipo duro: rígido, directo y bestial. El ST no se corta y rápidamente saca al salvaje que lleva dentro. Uno se deja atrapar por los espectaculares baquets Recaro, pisa el acelerador a fondo y se da cuenta de que está al volante de un auténtico deportivo vestido con ropa de calle.

Tira violentamente de la dirección, patalea contra el cambio, se pelea contra las irregularidades del asfalto, grita cuando pisas a fondo y cruje mientras la aguja del cuentarrevoluciones avanza fulminantemente hacia la zona roja. Sin duda, este coche sabe hacer aparecer una sonrisa en tu rostro. ¿Veredicto final? ¡Excitante y muy eficaz!

El Volkswagen Golf GTI, comparativamente, responde de forma más refinada; y es más silencioso y discreto. Lo que, por desgracia, resulta menos apasionante. La dirección se puede manejar con la punta de los dedos y el motor ronronea sin hacer ningún estruendo. Al mismo tiempo, entrega su fuerza de forma más elástica, y consume en torno a un litro menos.

Unas maneras refinadas que traslada al circuito. Recorre el trazado con absoluta facilidad y es muy estable: frena ante cada giro de forma homogénea y es muy dosificable. A la salida de las curvas sale con ímpetu apoyado en una sorprendente capacidad de tracción. Además, ofrece algo excepcional: las marchas se insertan con precisión y la elección de los desarrollos casan perfectamente con el carácter del motor turbo. Un coche capaz de rodar muy rápido y sin hacer muchos aspavientos. ¡Así se comporta el GTI!

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El ST es otro concepto: aún más rápido, mucho más tosco y menos homogéneo. El resultado es que le roba al Golf casi siete décimas por vuelta de media. Pero su piloto no solo disfruta de la victoria: también de una mayor diversión al volante. En los cambios de apoyo, el Ford insinúa la zaga sin recato, la puntiaguda y directísima dirección permite atacar las curvas con precisión y hacer contravolante a placer. En resumen: bajo esta carrocería hay mucha más vida. Es evidente que los ingenieros de Ford han querido crear un coche más pasional que proporcione mayor disfrute al volante que su rival. Si no le ha sacado más tiempo a su rival se debe fundamentalmente a unos frenos con menos mordiente que los del Volkswagen

Resulta evidente que el Golf ha tenido mucha suerte con el menor rendimiento del sistema de frenos de su rival. El GTI es un tipo más conservador al que, de lo contrario, le habría dado una taquicardia porque es incapaz de mantener el ritmo tan endiablado y decidido del Ford Focus ST. ¡Por los pelos se ha librado!

Llega el momento de hacer un análisis de los costes. Como era de esperar, el GTI tiene un precio de venta más elevado que su rival. 34.395 euros frente a los 32.875 euros del ST. Como es norma en la marca del óvalo, sus productos tope de gama siempre vienen muy bien equipados de serie. No tendrás que pagar nada por los preciosos asientos firmados por Recaro y, además, los precios de las opciones son bastante razonables. Pero ni jugando con esta ventaja ha podido ganar al Golf GTI. El Volkswagen es menos apasionante pero en un cómputo global es mejor producto...

Conclusión

Al final, al Focus ST no lo ha conseguido: le ha sacado siete décimas por vuelta al Golf GTI, pero se queda 10 puntos por detrás. ¿Es por tanto peor el Ford? Al contrario. El Focus se ha ganado nuestro corazón por la eficacia con la que se mueve por el circuito. Pero el Golf vuelve a ser el más equilibrado y, también, en su versión GTI vuelve a convencernos.

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