Logo Autobild.es

¿Cree Elon Musk ser Tony Stark?

Imagen por defecto

Elon Muk va camino de convertirse en uno de los personajes más importantes de la primera mitad del siglo XXI. Y si no lo consigue, no será porque no lo intente porque entre las cosas de las que le gusta presumir, la primera es que trabaja unas 80 horas a la semana de media. Si tecleas en cualquier buscador el nombre del fundador de Tesla, encontrarás rápidamente varias referencias que, si no fueran porque se repiten en páginas como la wikipedia, parecería que este físico y economista nacido hace 42 años en Pretoria le ha encargado una biografía de fantasía a una escritora de novelas románticas.

En 1999, antes de cumplir los 30, Elon Musk ganó sus primeros 300 millones de dólares tras vender Zip2, una plataforma para diarios online, a Compaq. Con lo que ganó, cofundó Paypal, que en 2002 también vendió por 1.500 millones de dólares. Podría haberse quedado en su casa o haber seguido comprando y vendiendo empresas de tecnología, pero entonces decidió emprender una quijotesca carrera, por triplicado. Porque desde 2003 se propuso establecer un fabricante de automóviles eléctricos de la nada, fundar una empresa de placas solares que dominara el mercado doméstico en Estados Unidos y, ahí es nada, crear la primera empresa que se lucrara con los viajes espaciales privados, de nombre SpaceX.

Como el éxito parecía asomarle poco después en varios de sus proyectos, no es de extrañar que cuando el actor Robert Downey Jr. y el director Jon Favreau empezaron a trabajar en la película Iron Man, se fijaran en esta personalidad. En Sillicon Valley llaman a ‘It boys’ a los que marcan a una generación, como sucedió con Steve Jobs. En el resto del mundo usamos el término hombre del renacimiento que tanto juego le da a algunos. En todo caso, parece que Musk también sacó algo de sus reuniones con el intérprete de Hollywood, y es que desde entonces parece embarcarse en fines cada vez más ambiciosos.

Además, hay detalles curiosos alrededor de Musk que hacen pensar que quiere construirse una imagen similar a la de Tony Stark. Por ejemplo, el hecho de que fuera él quien compró el Lotus Esprit submarino que apareció en la película “007: La espía que me amó”. Lo cierto es que se hizo con él por algo más de 600.000 euros y aunque el vehículo sea solo funcional como submarino, si los planes de Musk al respecto salen bien, multiplicará su valor, ya que tiene pensado equiparlo con el sistema de propulsión del Tesla Model S y hacerlo completamente funcional tanto fuera, como debajo del agua. Lo cierto es que si esto te parece un reto, puede que para Musk sea solo una ñapa casera de fin de semana, ya que últimamente se ha marcado una meta que muchos tachan de imposible.

Su empresa, SpaceX ha conseguido ser la primera en poner en órbita y regresar a la Tierra vuelos tripulados privados, también en llegar a la Estación Espacial Internacional, pero ahora Musk quiere llegar mucho, mucho más lejos. Tan lejos como a Marte. Quizá, por eso cuando hace unos meses presentó el tren supersónico Hyperloop, decidió no desarrollar él mismo el proyecto y cedérselo a la comunidad internacional. En 2013 anunció que pensaba conseguirlo en 12 o 15 años, recientemente reconoció que le harían falta 20 más bien. “Por suerte, casi seguro que vamos a llegar mientras yo viva”, afirmó entonces. En todo caso, tendrá que correr para verlo, aunque no es un hombre que pierda el tiempo en absoluto: de su primera esposa, tiene cinco hijos; dos gemelos y unos trillizos. ¿Serían buscados?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.