Logo Autobild.es

Camiones y furgonetas peligrosos

Imagen por defecto

Seguro que crees que utilizo el típico titular llamativo para que piques y entres a leer. Pero es que lo pienso de verdad. Y lo hago desde hace una semana o así.

Te cuento: uno de mis mejores amigos tiene un almacén, dos camiones y una furgoneta. Desde que le conozco, recuerdo sus peleas con el camión. Primero era su padre y con el tiempo, él mismo. “Que si no frena equilibrado, que si me han tirado el Nissan porque el freno de mano no funciona bien”... Él, como toda persona normal, cumple con la ley.

Cuando el carné de conducir era un sueño para nosotros, íbamos a ver el Ebro de su padre. Podía llevar 5.000 kilos y tenía disco de tacógrafo (creo que se llama así, pero tampoco estoy seguro...). Lo sacábamos y lo mirábamos con curiosidad. Una fina línea marcaba tiempos de conducción, velocidad... ¡Alucinante! Recuerdo que su padre siempre nos decía que ese disco salvaba vidas.

Ya no te aburro con historietas. Ahora una de cruda realidad. Aprovechando que mi amigo tenía un rato, me pasé a verle. Con él estaban algunos vecinos del polígono industrial. Lo primero que hice fue convencerles de que sí, el Fiat 500 que tenía en mi poder era bicilíndrico y turbo.

Durante la conversación se quejaban de sus respectivos jefes y del estado en que tenían los vehículos que ellos tenían que conducir. Uno me contaba que llevaba una Renault Traffic con aire acondicionado, pero sin gas. El dueño de la empresa decía que eso era muy caro de recargar, así que en verano había que bajar la ventanilla. Otro conducía un DAF rígido, pero de tres ejes. Estaba contento porque ya le habían arreglado los frenos. Le enseñaron a parar con el freno de mano, porque los discos y tambores estaban KO. Otro me aseguraba que ha llegado a conducir camiones con semirremolque y neumáticos recauchutados en las ruedas de la dirección y uno de ellos me mostró las gomas que tenía su Iveco Daily: he visto carreras de F1 donde los slicks tenían más dibujo.

Ojo, no creo que sea algo generalizado (ahí está mi amigo, por ejemplo). Pero no deja de ser curioso que hablando con personas diferentes, me cuenten semejantes historias y que no haya ni uno que hubiera dicho “mi coche cumple con la ley”. Ya no solo me preocupa la seguridad de esa gente, que sí, y mucho. Me preocupa la mía y la de mi familia: ¿Y si el DAF de tres ejes del que hablaba antes empotra al Clio de mi madre, por poner un ejemplo, porque no tiene frenos y es muy caro arreglarlo?

¿Tú, cómo lo ves?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.