Logo Autobild.es

Prostitutas y chalecos reflectantes

Imagen por defecto

Juan Antonio Corrales

Imagina que vas conduciendo tranquilamente por la noche con tu familia en el coche y, de pronto, divisas a lo lejos una figura que porta un chaleco reflectante. Como buen ciudadano que eres, te acercas para que ver si esta persona sufre una avería en su automóvil y, por supuesto, ofrecerle tu desinteresada ayuda. Pero cuando te estás acercando empiezas a notar algo extraño: ‘No sé, parece que va un poco ligerita de ropa para el ‘fresquete’ que corre a estas horas’. Mientras le estás dando vueltas al asunto, te plantas a su lado y bajas la ventanilla.

Es entonces cuando el exuberante busto de una meretriz se cuela por el hueco de la ventana. Su ‘ímpetu’ es tal que casi se te caen las gafas de conducir al suelo. Tu esposa intenta tapar apresuradamente los ojos de los niños mientras ellos gritan una y otra vez: "Papá, papá, ¿por qué esta señora que no es mamá se te acerca tanto?" Entonces carraspeas repetidamente, pides gentilmente a la dama que aparte sus atributos de tu cabeza, intentas buscar el botón del elevalunas para cerrar la ventana (tardas alrededor de un minuto en conseguir darle al condenado botoncito), y sales con toda la dignidad posible del asunto, mientras vas dejando atrás el reflejo del chaleco.

Esta pequeña historia es un ejemplo de lo que le podría pasar a cualquier conductor normal que circule por cierta carretera de la Red Nacional. En ella, las prostitutas han sido multadas una y otra vez por la Policía, debido a que, según los agentes, pueden ser un peligro potencial para los coches. Las señoritas, dispuestas a acabar con la sangría de dinero que supone recibir una multa cada vez que salen a trabajar, han buceado en el código de circulación y han hallado la solución: ponerse un chaleco reflectante. Por supuesto, cada una de ellas aporta su toque original a este, a priori, insípido accesorio. Que si recogido y atado por encima del ombligo, que si marcando ‘tipito’ para que se vea bien la mercancía, e incluso con el velcro a medio abrir, para evitar apreturas innecesarias…

¿Cuál será el siguiente paso de la Policía? ¿Obligarlas a poner triángulos de peligro para delimitar su zona de influencia?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.