¿Cuatro meses a 110 km/h? Esto es de risa

Parece que el Ejecutivo se ha propuesto como principal objetivo dejarnos flipados a todos los ciudadanos de a pie, en vez de gobernarnos. Tras una semana dándonos la lata -por no decir el coñazo- sobre la importancia de reducir el límite de velocidad a 110 km/h como medida para paliar la crisis del petróleo, hoy el señor Rubalcaba anuncia que, de momento, únicamente será necesario que nos durmamos en las autopistas y autovías españolas durante cuatro meses.

¿Qué pasa, Alfredo? ¿Acaso desde el Gobierno estimáis que en sólo 120 días se arreglará una situación que ahora es tan crítica como para adoptar una medida que no se llevaba a cabo desde los tiempos de Franco? Por favor, tened un poco de seriedad y no os riáis así de los conductores, que somos muchos y pagamos muchos impuestos.

Siete días atormentándonos y llenando las portadas de los telediarios con la importancia de reducir nuestro consumo energético, la necesidad de cambiar toda la señalización e incluso ¡¡de rebajar el alumbrado de las vías!! Y ahora resulta que, en cuatro meses -siempre y cuando no os salga de las narices ampliar este plazo "prorrogable"-, todos estos cambios y molestias para los ciudadanos serán papel mojado. Bueno, no todo será papel mojado, ya que las multas que reciban los incautos que sigan circulando a 120 km/h seguro que quedarán bien secas.

Lo siento, Rucalcaba y demás gobernantes. Por mi parte, lo tengo claro: los próximos meses me arriesgaré, y circularé por autopistas y autovías -siempre que el tráfico y la meteorología me lo permitan- a la vertiginosa velocidad de 120 km/h. Total, prefiero poner en peligro mi cartera -aunque no sea abultada-, que ir dormido y arriesgar mi seguridad (totalmente de acuerdo contigo, amigo Alonso).

PD1: No me creo que dentro de cuatro meses, y en pleno comienzo del periodo vacacional, se vaya a volver a implantar el límite de 120 km/h. Con la de multas que pueden caer... Ojalá esté equivocado.

PD2: Si te pasa un loco a 120, posiblemente sea yo. Por favor, no me denuncies.