¿Qué prefieres: un smartphone con ruedas o un coche simple?

Este lunes estuve en Martorell, en el corazón de Seat. Fue una jornada muy productiva y emocionante, pues no todos los días se tiene la oportunidad de 'asesorar' al director de Diseño de Seat, Alejandro Mesonero-Romanos, y al responsable de Diseño Exterior de la marca española, Jorge Díez, a elegir a los ganadores del Concurso de Diseño Seat/AUTO BILD [¡tranquilos, en breve se darán a conocer a los afortunados!].

Pero sobre todo fue una jornada de aprendizaje, porque si por algo se puede caracterizar Alejandro Mesonero Romanos es por la pasión que siente por el automóvil, ese conjunto de hierros y ruedas que sigue siendo el blanco de las críticas fáciles. La última, proveniente de un grande de las Letras Españolas, Antonio Muñoz Molina, a quien le molesta que se haya ampliado el plan PIVE...

Mientras repasábamos las últimas novedades del mundo del automóvil, Mesonero Romanos comentó, como si de una visión se tratara, que la marca que daría la campanada sería aquella que tuviera lo que hay que tener para producir el Seat Panda del siglo XXI, el paradigma del coche sencillo, sin lujos, que solo lleva del punto A al B.

Ante esa afirmación, no pude más que esbozar una gran sonrisa, pues ya existe una marca que se ha tirado al barro para lanzar un producto que supone un cambio disruptivo en la industria del automóvil: Citroën y su nueva clase C, cuyo primer botón de muestra es el Cactus. Un modelo que se pondrá a la venta en el primer trimestre de 2014 y que se caracteriza por contar sólo con aquello que realmente quieren y necesitan ciertos conductores.

Y es que, seamos francos, de un tiempo a esta parte proliferan los automóviles que son smartphones gigantes y que, además, se dejan conducir… Y hay mucha gente que no necesita ni conectividad, ni electrónica por doquier ni automatismos de todo tipo, y sólo desea volver a experimentar la conducción pura sin distracciones tecnológicas.

¿Tú qué prefieres?

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