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El misterioso TDT del Grand Scénic

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Acabo de imprimir la prueba del Renault Grand Scénic en su versión Family Edition. Mientras espero a que mis compañeros la lean, analicen y critiquen -espero que positivamente-, te cuento una de sus grandes novedades y, a la par, de sus grandes pegas.

Me refiero al sistema TDT que incorpora. Es una buena solución para un segmento destinado a muchos padres de familia, ya que les ayudará a mantener a raya a sus hijos durante los largos viajes a la playa. Eso de poder disfrutar de la televisión en marcha es todo un logro. El problema es que, para lograr que funcione correctamente, el padre en cuestión deberá esforzarse tanto o más que cuando instaló el home cinema en el salón de casa. Me explico.

La pantalla de siete pulgadas va colocada entre los asientos delanteros, y para activarla tienes que darle al botón de encendido del mando a distancia. ¿Pero de cuál? Hay dos, y nada los distingue salvo el color. Sí, uno es blanco y el otro negro, pero no hay absolutamente ningún distintivo que aclare a qué aparato pertenecen. El caso es que al final, el método más eficaz en estos casos, es decir, el de prueba-error, me indicó que el negro era para el DVD y el blanco para la televisión.

Cuando todo parecía solucionado... nada de eso. Poner una peli, bien en DVD, bien en DIVx, a través de la toma USB que la pantalla incorpora en la parte superior es bastante sencillo. Pero si quieres ver la tele, la cosa se complica. He de reconocer que fui incapaz, así que me vi obligado a llamar al departamento de Comunicación de Renault para intentar que me sacaran del aprieto.

Tengo que darle las gracias a Ricardo y a Carlos Izquierdo, que se apresuraron a ofrecerme la solución. No es sencilla, pero existe. El procedimiento a seguir es éste: primero hay que conectar el DVD (mando negro), después hay que encender el TDT (mando blanco); eso sí, no se te ocurra apuntar a la pantalla, sino al retrovisor interior, que es donde va colocado el sensor del mando a distancia. Y, por último, presionar la tecla "Source" del mando del DVD (insisto, el negro). Aun así, puede que no funcione. Para solucionarlo, no hay más que volver a pulsar la tecla ‘Source’, aunque en este caso la del mando blanco y... ¡A “disfrutar” de la programación de ese momento!

Como ves, el sistema funciona y hasta resulta práctico. Pero enfrentarme a este duro proceso me ha hecho plantearme: ¿no podían hacer las cosas más sencillas e intuitivas para que no parezca que hay que ser ingeniero de Telecomunicaciones para hacerlas funcionar?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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