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En busca de la perfección

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En marzo de 2011 aterrizaba la tercera generación del Focus, que apostaba por una línea más atrevida y esbelta. Generó expectación y ofreció prestaciones nunca vistas antes en modelos de sus características, ya que buscaba con ello marcar un antes y un después en el segmento en el que se abre camino, el C. La belleza está en el interior, no hay duda, pero siendo honestos, si el contexto donde nos movemos es el de los coches, el exterior cobra más importancia si cabe.

La nueva creación gana en tamaño respecto a su predecesor, concretamente 14 mm de largo y 18 de ancho, quedando reducida la altura con el propósito de hacerlo más aerodinámico. El Ford Focus EcoBoost entra por los ojos: una buena capa de pintura ayuda y, en este caso, el rojo metalizado, denominado “Rojo eléctrico”, hace las delicias de quien lo observa.

Lo más llamativo, sin duda, su frontal, que transmite esa energía que todos necesitamos. Le da un aspecto atlético y fornido, cobrando especial protagonismo la amplia parrilla en color negro con la que se muestra como un auténtico coloso de la carretera. Los faros perfilados acompañan la estética ascendente que termina en los modernos pilotos traseros en forma de flecha, armonía que ayuda a que la resistencia contra el aire sea mínima.

En busca de la perfección

Confieso que, cuando se presentó, no me convenció su parte trasera; desentonaba con el resto del vehículo haciéndolo más alargado, un concepto de automóvil que no es de mi gusto. En cambio, cuando tuve la oportunidad de toparme con él, esa imagen quedó esfumada. Lo que a simple vista me pareció un error, después lo vi como acierto, ya que da una imagen más dinámica y estilizada.

Retrocediendo al lateral destaca un embellecedor que hace de frontera entre la carrocería y las ventanillas, pincelada de elegancia que nunca sobra. Las puertas transmiten seguridad al ser grandes y pesadas, el tamaño de los cristales se reduce en las traseras, algo que acentúa su carácter deportivo. Uno de los detalles que más me ha llamado la atención -nunca antes lo había visto- es el 'protector de puertas', que se acciona al abrirlas y cubre la parte que puede rozarse con la pared o cualquier objeto. La vida dicen que se mide por detalles pequeños, y este lo es. Os propongo que miréis uno por uno todos los coches de vuestra zona: os aseguro que la mayoría de las puertas estarán dañadas.

En busca de la perfección

Dejo para el final un componente que realza su exterior como ninguno: cuatro grandes llantas. La gama que ofrece la marca es amplia, y en nuestro caso monta unas de 17 pulgadas y 15 radios que le dan el toque atractivo y galán. La competencia es dura y Ford sube el listón con el Focus. El viernes te espero de nuevo.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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