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Firmada por el tito Walter Röhrl

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El otro día estuve haciendo limpieza en casa, tenía demasiados cacharros y cosas que no sirven para casi nada: que si unos relés, los botones del salpicadero de un E30, unas tapas cubretornillos de unas BBS RS, el carburador de un Fiat Cinquecento (sí y la verdad es que desconozco cómo ha llegado hasta mi casa), el volante con airbag (sin saltar) del Punto con el que volcó mi amigo Juanillo hace unos años... Ya sabes, pasa el tiempo, vas aculando y empiezas a sufrir el Síndrome de Acumulación Compulsiva. Pero también me encontré con la maqueta del Audi Quattro que me firmó el mismísimo Walter Röhrl el año pasado en el Col de Turini. En esta foto puedes ver el momento del autógrafo!!

Firmada por el tito Walter Röhrl

Me hizo mucha ilusión que me firmara esta maqueta, llevaba años esperando tener la oportunidad de poner conocer al maestro Röhrl después de pasarme media vida embobado con sus vídeos. Pero desde que la tengo, ha estado perdida en casa, no la he echado de menos y prefiero que la tenga de alguien que le haga más ilusión que a mi. Yo me quedo con la bonita experiencia que viví durante ese viaje. Todo comenzó como una presentación más, llegada al aeropuerto a las 8 de la mañana para coger un avión a Niza a las 9. Después, nos tocaría subir hasta el Turini en coche y a eso de las 11.30 nos estaría esperando Walter Röhrl, el Audi Quattro y las preciosas curvas del Turini (el tramo estaba cortado al tráfico para nosotros). Pero el Plan A no funcionó, los controladores franceses decidieron ponerse en huelga y nos tocó esperar ¡15 horas! en Barajas.

Al menos, fueron unas horas divertidas, de charla y risas con cinco compañeros/amigos de profesión y el Director de Comunicación de Audi España (Fernando, que también te incluyo en el grupo "amigos"!). Llegué a tener hasta cuatro tarjetas de embarque diferentes: una hacia Marsella, otra de nuevo a Niza, otra a Marsella (en esa ocasión casi me voy. En el avión había hueco para dos personas, pero tuvimos que dejarle el puesto a una señora mayor que iba con su hijo a someterse a una operación (espero que todo saliera bien!!!)). Al final, después de no se cuantas bolsitas de almendritas y algún espirituoso que otro, a las 23.30 conseguimos despegar de Madrid!!

¡Ya estábamos en Niza! Hicimos noche en un hotel cercano al aeropuerto (cada vez que paso por allí me acuerdo) y al día siguiente nos esperaba el tio Röhrl. Así que, tocó madrugón y subirse a una furgo VW para llegar al alto del Turini (el conductor era bastante malo, demasiados volantazos...) Al llegar, el precioso Quattro y Walter nos estaban esperando, los dos en punta en blanco. A cada cuál más alemán, serio y riguroso. En unos minutos estaba subido en el asiento del copiloto del Audi y Röhrl ya estaba dispuesto a enseñarme por qué es bicampeón del mundo de rallyes. Bajamos durante unos kilómetros el puerto, llegamos a la zona de carretera cortada al tráfico y empezamos a subirlo a toda velocidad. Había algo de nieve, bastantes placas de hielo y muchas zonas húmedas. Walter se iba guardando, dejaba un margen de seguridad, el turbo del Audi no soplaba a pleno pulmón pero era precioso: Röhrl, el Quattro y Turini para mí! Era como dentro de esos vídeos de rallys que tanto he visto. Por cierto, te dejo el que grabé. Así era la llegada a la cima del Turini (sube el volumen, te lo recomiendo!):

Después, estuve charlando unos minutos con Röhrl. Hablamos del trabajo que nos había costado llegar para estar con él, de rallys, del Pikes Peak, de pilotos, de coches... La verdad es que es una persona agradable que disfruta mucho con su trabajo. La última vez que me lo encontré fue durante la presentación del Porsche Cayman R en Mallorca y, sí, se acordaba de ese grupo de españoles que hicieron todo lo posible para darse una vuelta con el tito Walter. Por cierto, como puedes imaginar, la vuelta a Madrid tampoco fue en avión. Esa misma tarde, todos a la furgo y 700 kilómetros al cuerpo dirección Barcelona. Al final, un viaje de dos días se transformó en uno de tres. Aunque, lo cierto, es que para mí ha sido uno de los más entretenidos y bonitos que he tenido durante los años que llevo trabajando en esto de probar coches.

Así que, ya conoces la bonita historia que tiene detrás esta maqueta. No la vendo, no tiene un precio definido ni tampoco pretendo hacer negocio con ella. Solo la cambio por algo que me guste, me haga gracia, me apasione, me venga bien... Por eso, todas las ofertas son bienvenidas. Solo tienes que escribir justo aquí debajo. Un saludo!

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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